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Boston Celtics: las claves de un decimoctavo anillo histórico

Convertirse en la franquicia más laureada de la historia parte desde la base de constituir un roster equilibrado, aparcando las individualidades, tener una estrategia definida y convertir tu estadio en un búnker.

Los Boston Celtics cosechan su decimoctavo anillo de la NBA. 17 de junio de 2024.

(Cordon Press)

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Hasta 16 temporadas han tenido que esperar los seguidores de los Boston Celtics para ver a su franquicia subirse a lo más alto de la mejor liga de baloncesto del mundo. Entre medias, tuvieron dos oportunidades para colocarse el decimoctavo anillo en sus manos, pero Los Angeles Lakers (4-3) y los Golden State Warriors (4-2) se interpusieron en su camino en las Finales de la NBA de 2010 y 2022, respectivamente. Desde la 2007-2008 -campaña en la que los de Massachusetts lograron su último triunfo hasta ayer- su presencia en los Playoffs ha sido fija, salvo en la 2013-2014.

La victoria frente a los Dallas Mavericks por 106-88 en el quinto juego de las Finales de la NBA fue la culminación de una temporada casi perfecta de los Celtics. Apenas tropezó desde que la fase regular echó a andar allá por el mes de octubre de 2023. Incluso antes, desde los juegos de pretemporada. Una victoria, un triunfo, un decimoctavo anillo que le otorga la condición de ser la franquicia más laureada de la NBA y que está construido desde la base de un líder indiscutible sobre el parqué, de un escudero efectivo, de un róster equilibrado, de la estrategia desde el banquillo y de un estadio transformado en un búnker.

Jayson Tatum: el líder de los Celtics

Ni de la temporada regular, ni de las Finales de la NBA. Jayson Tatum no fue nombrado MVP en ninguna de las dos ocasiones en las que pudo ser designado como tal: en la primera fase, Nikola Jokic (Denver Nuggets) -imponiéndose a Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City Thunder) y a Luka Doncic (Dallas Mavericks)- se hizo con el galardón, mientras que su compañero Jaylen Brown recibió la distinción de las Finales -el nombre de Tatum estuvo en la lista de candidatos-.

Sin embargo, el año de Tatum es digno de enmarcar. Tanto en la temporada regular como en los Playoffs y, por ende, en las Finales de la NBA. Nadie del róster verdiblanco ha sido capaz de igualar, incluso, de acercarse a los números rubricados por el número 0 de los Celtics. De ahí a ser la estrella de la franquicia. El líder indiscutible.

Durante la temporada regular, el alero nacido en Misuri en 1998 (26 años) -que ha cumplido su séptima campaña en la franquicia de Massachusetts y en la NBA- promedió 26,9 puntos, 8,1 rebotes y 4,9 asistencias en los 74 juegos que disputó. Desde que comenzó su trayectoria profesional no ha sido su mejor fase regular anotando ni capturando rebotes, pero sí repartiendo asistencias.

En los 19 partidos que estuvo sobre el parqué en los Playoffs, desde el primer juego de la primera ronda hasta el último de las Finales, plasmó unas estadísticas similares a las de la temporada regular: 25 puntos, 9,7 rebotes y 6,3 asistencias.

De seguir a este ritmo y convertirse en un one team man (jugador que desarrolla toda su carrera en la misma franquicia), tendrá el permiso de Bill Russell, Larry Bird, John Havlicek, Bob Cousy o Paul Pierce, entre otros, para sentarse en la mesa de las grandes leyendas de los Celtics.

Jaylen Brown: un meritorio MVP de las Finales de la NBA

Hay una dupla en los Celtics a la que, coloquialmente, llamamos los Jays. Ese tándem está conformado por Jayson Tatum y Jaylen Brown -lo de "jays" viene por el diminutivo de sus nombres-. Del primero ya hemos hablado, pero ahora es el turno del segundo, su escudero, del que aparece cuando Tatum desaparece -valga la redundancia-.

Lo que es cierto es que Brown ha sido mejor que su compañero en los cinco últimos juegos de la temporada, de ahí a que haya recibido, meritoriamente, la distinción de MVP de las Finales de la NBA, sirviéndose de los 20,8 puntos, 5,4 rebotes y 5 asistencias que promedió.

A lo largo de los Playoffs, el número 7 de los Celtics dejó un registro de 23,9 puntos, 5,9 rebotes y 3,3 asistencias. Más allá, en la temporada regular, selló 23 puntos, 5,5 rebotes y 3,6 asistencias en 70 juegos disputados.

Nacido en Georgia en 1996 (cumplirá 28 años en octubre), fue seleccionado en el puesto número tres de la primera ronda del draft por los Celtics y, desde entonces, no ha vestido una camiseta distinta a la verdiblanca. ¿Entrará el dúo conformado por los Jays en la historia de las grandes parejas de la NBA?

Tener un roster más equilibrado significa tener más posibilidades de coronarse

Si nos remontamos años atrás, podemos ver que, en casi todas las temporadas desde que comenzó el siglo XXI, el campeón de la NBA ha sido el róster más equilibrado de la liga: los Golden State Warriors con Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y compañía; los San Antonio Spurs con Tony Parker, Tim Duncan, Manu Ginobili y la aparición, más tarde, de Kawhi Leonard; o Los Angeles Lakers, que llegó a tener en su plantilla a jugadores de la talla de Kobe Bryant, Shaquille O'Neal o Pau Gasol, entre otros. Y eso es lo que ha sucedido con los Celtics este año.

Pese a tener a una de las grandes figuras de la NBA en su nómina -en referencia a Tatum- y a Brown, la directiva de los Celtics ha logrado conformar un roster que prioriza el equipo por encima de las individualidades. Algo que, en muchas ocasiones, penaliza al conjunto.

Las estadísticas reflejadas por hombres como Kristaps Porzingis, Jrue Holiday, Derrick White o Al Horford en cada juego, sea de la temporada regular o de los Playoffs, han colaborado a que el conjunto se corone como campeón de la NBA y dejen a los Celtics en lo más alto de la historia de la liga.

Lo que está por ver es si esta plantilla será capaz de emular el dominio marcado por los Lakers, los Spurs o los Warriors en diferentes etapas del siglo XXI, cosechando varios títulos en cortos periodos de tiempo.

Joe Mazzulla y la estrategia más eficaz de la temporada

Por lo general, los jugadores son los que se llevan los halagos y aplausos cuando una franquicia triunfa, sin tener apenas consideración por los que están 'detrás de las cámaras'. Sin embargo, en esta ocasión -igual que sucedió, por ejemplo, con Steve Kerr al ganar con los Warriors cuatro anillos en ocho temporadas- hay que subrayar el nombre de Joe Mazzulla.

El director técnico de los Celtics, de 35 años, se ha convertido en el más joven en lograr el anillo desde que Bill Russell venció -curiosamente con los Celtics- en 1969. Por aquel entonces, la leyenda verdiblanca también tenía 35 años.

La estrategia diseñada por Mazzulla ha sido una de las principales claves de los Celtics. Basada en un juego avasallador y ofensivo que ha hecho que la franquicia no haya sobrepasado la barrera de los 100 puntos solamente en cuatro juegos entre la temporada regular y los Playoffs: frente a Los Angeles Clippers (96 puntos), frente a los Milwaukee Bucks (91 puntos), frente a los Cleveland Cavaliers (94 puntos) y frente a los Mavericks (84 puntos).

Al margen de su dirección, Mazzulla logró más popularidad cuando interpuso sus valores y sus creencias a las de otros aspectos, como su raza o su color de piel, en una rueda de prensa previa a un juego de las Finales.

El TD Garden, un fortín

Es correcto responsabilizar a los jugadores y a Mazzulla del triunfo histórico de los Celtics. Pero también hay que otorgarle su mérito a la afición que ha seguido de cerca la trayectoria de la franquicia. Aproximadamente la mitad de los juegos que han disputado los de Massachusetts desde octubre hasta ayer han sido con el ferviente apoyo del TD Garden. Y esa comunión entre los jugadores y los seguidores ha hecho que el recinto se haya convertido, esta temporada, en un fortín.

Desde que comenzó la 2023-2024, los Celtics solamente han cedido seis partidos en el TD Garden: cuatro en la fase regular (frente a los Nuggets, los Clippers, los Lakers y los New York Knicks) y dos en los Playoffs (contra los Miami Heat y los Cavaliers).

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