Champions League: el Atlético de Madrid se impone, pero deja vivo al Dortmund

Hay partidos que, desde el desarrollo, son inexplicables. Uno de esos es el que protagonizaron el Atlético de Madrid y el Borussia Dortmund por el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League, que culminó con un 2-1 a favor de los dirigidos por Diego Simeone.

Si uno ve los fríos datos, quizás, el resultado es hasta lógico. Pero la realidad del juego marca que el partido pudo haber terminado en goleada para los ‘colchoneros’, que, en cambio, terminaron pidiendo la hora ante un Dortmund que dejó la apatía de la primera mitad en la media hora final.

El show de Griezmann

Pero no vale la pena adelantar tanto los hechos, pues más allá de cómo terminó el partido, el cómo empezó es igual de importante.

Antonio Griezmann, la estrella del ‘Atleti’, firmó su enésima exhibición de la temporada liderando en la zona creativa y de gestación. De sus pies nacieron las primeras oportunidades de Morata y desde su fútbol el Atlético sometió a un Dortmund inofensivo, apático y superado.

Antes de los 2’, Antonio recibió un toque de Lino lanzando en contragolpe y, como si tuviera un radar en su pie izquierdo, lanzó a Morata con un pase en profundidad de primeras que plantó al español ante el portero Kobel. Desafortunadamente para los de Simeone, el ariete ‘colchonero’ tardó más de dos tiempos en acomodarse y definir, siendo finalmente bloqueado por la defensa.

No obstante, la jugada fue un preámbulo de lo que se avecinaba.

Apenas dos minutos más tarde, Rodrigo de Paul adelantó al ‘Atleti’ en una jugada que nació de un grotesco error en salida del Dortmund.

El argentino recuperó y controló al mismo una pelota que terminó definiendo “de cachetada”, haciendo parecer fácil un golpeo que requiere mucha calidad.

Rodrigo, además del gol, fue sin dudas la segunda espada de Griezmann. El argentino, de técnica tan privilegiada como subestimada, fue el volante que más acompañó y se asoció con el francés, luciendo además como el líder espiritual de un equipo que se mueve al ritmo del campeón del mundo albiceleste.

El Atlético siguió generando y sometiendo. Koke movió los hilos en el medio, Molina y Lino presionaron y desequilibraron desde los laterales y Griezmann junto con de Paul se volvieron indetectables.

El segundo gol del Atlético, sin embargo, no surgió de las buenas sociedades del equipo de Simeone sino de otro error grosero de la visita: de un lateral de Molina, la última línea del Dortmund volvió a complicarse, dejando servida la pelota a Griezmann, quien con un toque sutil y delicado habilitó a un Lino que batió a Kobel con estética y certeza.

El 2-0 parecía encaminar la eliminatoria con contundencia para el lado de los de Simeone, pero el Dortmund tenía algo más para decir.

La revolución de Brandt y Haller

Antes de llegar el entretiempo el Dortmund había mostrado síntomas de vida a través de la irreverencia de Jadon Sancho, el único jugador del equipo alemán que intentó sacudirse el dominio ‘colchonero’.

Pero en el segundo tiempo, la historia fue un tanto diferente. Primero porque ingresó Julian Brandt desde el arranque del complemento, tal vez el volante más creativo de los alemanes. Segundo porque el Atleti empezó a fallar goles insólitos, prácticamente hechos, y a dudar en defensa.

A la hora de juego, ingresó Sebastián Haller, quien se convirtió en la pieza que finalmente le dio vida al Dortmund.

A los 81’, en un partido que estaba completamente roto, el exdelantero del Ajax aprovechó un rebote de una jugada iniciada por Brandt y de media vuelta estampó el 2-1. A partir de allí, el desarrollo fue una moneda al aire.

El Atleti tuvo en los pies de Riquelme y Correa, ambos ingresados desde el banquillo, el 3-1; pero el Dortmund tuvo dos tiros a los palos.

A los 86’, un zurdazo infernal del inglés Bynoe-Gittens casi se cuela por encima de la humanidad de Jan Oblak y, en la última jugada del partido, Brandt casi consagra su excelente ingreso con un cabezazo que tocó madera paralizando a todo el Metropolitano.

Al final, los de Simeone se impusieron, pero dejaron vivos a los alemanes que ahora intentarán remontar ante su gente el próximo martes en una eliminatoria que está lejos de estar cerrada.