No es un secreto que Elon Musk no se lleva bien con su hija transgénero Vivian Jenna Wilson, de 19 años, quien el año pasado acudió a las cortes para cambiar su nombre y así evitar todo tipo de relación con el excéntrico magnate dueño de Twitter (ahora X) y Tesla.
¿Ahora, qué dice Musk sobre el distanciamiento de una de sus diez hijos? Más allá de aceptar responsabilidades, el dueño de Twitter culpa directamente del adoctrinamiento en las escuelas de los Estados Unidos.
Según reveló el diario The Wall Street Journal, en su más reciente biografía que será publicada el 12 de septiembre, Musk acusa a una escuela de élite de la ciudad de Los Ángeles de haberle lavado el cerebro a su hija para que lo odie por ser rico.
Según el magnate, la Crossroads School for Arts & Sciences, de Santa Mónica, habría infectado a su hija con el "virus de la mente woke" para que reniegue de él.
Si bien esta acusación no es necesariamente nueva, pues Musk ya había sugerido en algunas entrevistas que el “neomarxismo” en las escuelas había afectado la relación con su hija, lo que sí sorprende es que el distanciamiento con su hija, que se da en medio de su transición de género, habría motivado al dueño de Tesla a adquirir Twitter para así luchar contra la “cultura woke”.
El fundador de SpaceX le dijo al autor de la biografía Walter Isaacson que, en un principio, estaba “generalmente optimista” con la decisión de su hija hasta que en abril de 2022 “se convirtió en un ferviente marxista y rompió todas las relaciones con él”.
“Ella fue más allá del socialismo para ser una comunista completa y pensar que cualquier persona rica es malvada”, afirmó Musk, quien además dijo que ha intentado acercarse a Wilson, pero por ahora sus esfuerzos fueron en vano. “He hecho muchas insinuaciones, pero ella no quiere pasar tiempo conmigo”.
El magnate también afirmó que el distanciamiento con su hija le afectó mucho, incluso más que la muerte de su primer hijo, Nevada, quien falleció a las diez semanas de haber nacido por el síndrome de muerte súbita del lactante.
Musk dijo para su biografía que Twitter estaba infectado de forma similar que su hija, con intolerancia a los conservadores, a los millonarios y a las voces críticas del establishment.
Así que el distanciamiento con su hija resultó fundamental para que el magnate decidiera, finalmente, desembolsar $44.000 millones para “defender la libertad de expresión”.
