La Administración Biden es el principal perdedor del recorte de dos millones de barriles de petróleo al día anunciado por la OPEP. No sólo por la subida de precios de la energía que conllevará en todo el planeta, sino porque certifica el rotundo fracaso de la política energética del propio presidente del Gobierno Federal.
Porque es un descalabro personal de Joe Biden. Hace unas semanas, la secretaria de Estado de Energía, Jennifer Granholm, señaló a Reuters que su departamento estaba estudiando ampliar la venta de barriles de la Reserva Estratégica más allá de octubre, fecha en la que está fijada el fin de la medida. Sin embargo, Granholm fue desautorizada ese mismo día. Apenas cinco días después, la Casa Blanca anunció que se están planteando rellenar la reserva estratégica. Justo lo contrario.
Biden retrasó el juicio por el asesinato de Jashogui a los saudíes
La explicación de este desajuste la propone Michael Shellenberger. El escritor señala que un funcionario reveló que la Casa Blanca había realizado una oferta secreta a la OPEP para evitar que la organización recortase la producción de crudo. Biden propuso comprar 200 millones de barriles a 80 dólares el barril si la organización no bajaba el ritmo. Además la propuesta dejaba claro que EEUU "no les dejaría colgados".
Según Shellenberger, el presidente y su equipo hicieron "todo por persuadir a Arabia Saudí y a otros miembros de la OPEP". Incluso, según denuncia el escritor, "la administración Biden buscó un retraso de 45 días en un proceso judicial civil sobre si el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, debería tener inmunidad soberana por el asesinato del columnista del Washington Post Jamal Jashogui, del que Bin Salman ha asumido la responsabilidad".
Miles de millones perdidos por el rechazo demócrata al plan de Trump
El movimiento de la Administración Biden supone un duro golpe a la credibilidad en cuanto a política energética del Partido Demócrata. Precisamente fueron los demócratas en el Senado, liderados por Chuck Schumer, quienes echaron por tierra en 2020 la propuesta de Donald Trump de invertir 3.000 millones de dólares para rellenar las reserva estratégica de petróleo. El ex presidente presentó un proyecto en el que se pagaría 24 dólares por barril, comprándoselo a productores estadounidenses.
Schumer se mostró orgulloso de "derrotar" a Trump, e incluso llegó a jactarse de que su partido había bloqueado un "rescate para las grandes petroleras".
La OPEP recorta la producción diaria en dos millones de barriles
A pesar de todo, la OPEP finalmente optó por reducir la producción tras reunirse en Viena. Un recorte superior al que la mayoría de los expertos esperaba y que finalmente será de dos millones de barriles diarios, el mayor desde 2020. Una decisión "técnica", según el ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail Al Mazrouei. “Es muy importante que siga siendo una decisión técnica y no política”, insistió desde la capital austriaca. “Es por eso que es importante observar el lado técnico de la ecuación y analizar cualquier inquietud con respecto a la economía y el estado de la economía”.
Desde la Administración Biden se está estudiando una respuesta adecuada. Según Bloomberg, desde la Casa Blanca ya han pedido al Departamento de Energía que analice si una prohibición de las exportaciones de gasolina, diésel y otros productos refinados del petróleo reduciría los precios. Por su parte, JP Morgan cree que "el paso de la OPEP podría desencadenar contramedidas estadounidenses, incluidas liberaciones adicionales de la Reserva Estratégica de Petróleo". En el caso de que el Ejecutivo se decantará por la última opción, EEUU habría perdido miles de millones y estaría en una situación de número de barriles mucho peor por el empeño demócrata en tumbar la iniciativa de Trump. En concreto, en estos momentos hay 442 millones de barriles frente a los 634 almacenados en 2020.
Impacto en la Economía
El anuncio de la OPEP produjo una subida en los precios del petróleo, pero menor de la esperada, según analiza oilprice.com. Según la analista Irina Slav, "queda por ver qué parte del recorte sería físico y qué haría Estados Unidos en respuesta a la medida", y esto ha contenido a los mercados.
De hecho, Goldman Sachs estimó los recortes de producción reales en medio millón de barriles diarios debido a la diferencia entre los objetivos y la producción de la organización.
La OPEP acumula varios meses en los que no llega a los objetivos marcados. Es más. algunos analistas sugieren que el recorte de producción acordado en esta reunión sería más un intento de acercar los objetivos a la producción real que otra cosa. No obstante, los expertos han revisado al alza sus previsiones sobre la evolución de los precios y estiman que el precio del barril llegará, antes de final de año, a los 110 dólares.
