Dakota del Sur prohíbe los tratamientos y operaciones de cambio de sexo en menores

Cada vez más estados y profesionales de la salud piden medidas y actúan contra este tipo de intervenciones irreversibles o que perjudican gravemente a los niños.

La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem firmó un proyecto de ley para prohibir las cirugías y los tratamientos de cambio de sexo en menores. La norma, que entrará en vigor a partir del 31 de julio de 2023, prevé que los médicos que la incumplan perderán su licencia.

La ley, bautizada como Help Not Harm prohíbe a los médicos recetar fármacos para detener la pubertad normal y algunas hormonas. Los médicos no pueden realizar cirugías que alteren el sexo de un menor. También están prohibidas las cirugías que extirpen partes o tejidos sanos del cuerpo. "Con esta ley protegemos a los niños de procedimientos médicos nocivos y permanentes", señaló Noem en un comunicado.

Los doctores que incumplan perderán la licencia

La Help not Harm fue aprobada por el Senado por 30 votos a favor y 4 en contra la semana pasada y por la Cámara de Representantes a principios de este mes por 60 votos a favor y 10 en contra. Entrará en vigor el 31 de julio, y los médicos tendrán hasta final de año para terminar los tratamientos en curso. En caso de desobediencia, la norma contempla la pérdida de la licencia para ejercer.

Estados, legisladores y profesionales de la salud, contra el cambio de sexo en menores

Con la firma de Noem, Dakota del Sur se une al grupo de estados que han limitado o directamente prohibido, este tipo de tratamientos en su territorio. Hasta ahora, Alabama, Arizona, Florida, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Texas ya habían declarado fuera de la ley estas iniciativas.

La semana pasada, el fiscal general de Missouri anunció que había abierto una investigación contra el St. Louis Gender Center tras la denuncia de una exempleada sobre las prácticas "moral y médicamente espantosas" que se realizaban allí.

Cada vez son más los médicos que están alzando su voz ante los daños irreversibles y secuelas que sufren los menores que son introducidos en estos programas. El presidente de la Junta de Medicina de Florida, Scot Ackerman, rechazó que el "peso abrumador de las pruebas y la ciencia" apoyen el tratamiento como "seguro, eficaz y médicamente necesario".  Es más, señaló que estos estudios despiertan muchas dudas entre la comunidad médica, y denunció que algunos incluso han sido tergiversados voluntariamente.