Cuatro datos que demuestran que la frase "es la economía, estúpido" está más vigente que nunca

El famoso eslogan de la campaña de Clinton debería ser hoy recordado por una Administración que se empeña en ignorar el desastre económico.

Han pasado más de 30 años desde que James Carville, asesor de Bill Clinton, cansado de que no le prestaran la suficiente atención, dejó en el escritorio del demócrata un cartel con la frase “It’s the economy, stupid!”. Después de eso, Carville convenció a Clinton y a toda su gente de que el candidato a la presidencia estaba siendo percibido como un personaje de la élite, alejado de las necesidades de la clase trabajadora, y de que en cada ocasión posible debían hablar de la economía y de lo que podrían lograr para los estadounidenses del común si llegaban a la Casa Blanca. La frase se convirtió en una especie de mantra y los demócratas consiguieron ganar la presidencia. Según las encuestas, para este 2024 el asunto, de nuevo, es la economía, e igual que en 1992, el demócrata de turno parece no entenderlo.

El presidente Biden ha sido tan osado de presentar lo que ha llamado Bidenomics (sus políticas económicas) como uno de los fuertes de su campaña, pero cuando en la mayoría de las encuestas los americanos sitúan la economía como su principal preocupación, es claro que las cosas no van bien y que puede ser un error muy grande hacer campaña sobre las mismas políticas de las que millones se están quejando a gritos.

De hecho, la semana pasada el Mismo Carville hablaba en su podcast sobre las "aterradoras" -para los demócratas- cifras que están arrojando las encuestas respecto al voto joven, particularmente el voto hispano y afro. Pero además, en una especie de autocrítica a su partido, dijo: "No vamos a convencer a los menores de 30 o 35 años: 'Oh, realmente construimos un gran país para ustedes'. Estás mirando este mercado laboral... No pienso que vayas a creer eso".

Carville puede advertir de nuevo que se trata de la economía, pero la diferencia ahora es que los estadounidenses ya probaron las políticas económicas de Biden, y son un desastre. En su honestidad, el estratega reconoce que nadie va a creer que se están "construyendo un gran país" con las cifras que tenemos en este momento en materia económica. Alrededor del 30 % de los estadounidenses tienen como principal preocupación la economía; en la mayoría de las encuestas son los problemas económicos, como la inflación, los que toman el protagonismo.

A continuación analizamos las cifras de los más importantes problemas que en materia económica afectan a los estadounidenses.

1- Inflación

La Administración Biden se ha atrevido a afirmar que han logrado una disminución de la inflación. Esta es tal vez una de las mentiras que más puede molestar a los americanos, quienes cada día que van al mercado ven cómo su salario alcanza para menos y llegan a su casa con las bolsas menos llenas. Esta Administración se atreve a decir que redujo la inflación porque desde el 2021, cuando Biden ya era presidente, hasta la actualidad, la inflación ha pasado de 7 % a 3,2 %, pero eso en ninguna medida quiere decir que los americanos la estén pasando bien, y mucho menos que estén mejor que cuando el presidente Donald Trump estaba en el poder.

Trump le dejó a Biden una inflación de tan solo  en 1,4 % ¡En este momento está en 3,2 %! Por lo que decir que ha reducido la inflación es un truco pobre que en vez de engañar, enoja a muchos americanos. Esta variación en la inflación se ve traducida en que a la familia americana promedio le cuesta 11.400 dólares más al año sólo mantener el nivel de calidad de vida que tenían en enero de 2021.

Los precios de decenas de alimentos han aumentado más del 50 % desde 2019, y el asunto es absolutamente claro para cada familia que se enfrenta a la realidad cada que va al supermercado. Por ejemplo, el aceite para cocinar subió un 54 %, la carne aumentó 51 %, los huevos y el pollo han subido más del 40 %. También es común que algunos productores tratando de no elevar el precio que el consumidor ve en la etiqueta a la hora de comprar, optan por otras medidas como mantener el precio pero rebajar la cantidad del producto, intentando de alguna forma engañar al consumidor.

2- Salarios

Al presidente Biden le gusta alardear de que los salarios han aumentado durante su Administración, esta es otra verdad a medias, por no decir mentira. Si bien los números en el papel, para algunos, pueden haber aumentado, lo que en realidad le interesa a la gente es lo que pueden obtener con ese salario, y cuando la inflación es elevada, puede que el número en el cheque suba, pero eso no se traduce en mayor prosperidad para el trabajador. Desde enero de 2021, cuando Biden asumió la presidencia, los ingresos semanales reales -ajustados por la inflación- se han reducido un 4,4 %.

3- ¿El "sueño americano" está en problemas?

Los americanos han crecido con la idea de que si se trabaja duro se puede alcanzar lo que uno se propone, lastimosamente, con la economía de Biden ese "sueño americano" ya parece imposible para muchos. Según una encuesta del Wall Street Journal sólo el 36 % de los americanos cree que el "sueño americano" sigue siendo cierto. Mientras que el 45 % cree que el "sueño americano" fue una realidad alguna vez, pero ya no lo es más. Estas cifras son bastante preocupantes porque en el fondo muestran el desánimo que en general vive la población americana.

Y es que lo que ocurre actualmente en la economía ha hecho que aquellos aspectos que antes hacían parte del "sueño americano" ahora sean inalcanzables para millones, como el comprar una casa. 62 % de los estadounidenses dicen que viven de cheque en cheque, no les queda dinero para ahorrar y con dificultad llegan a fin de mes.

Según una encuesta sobre confianza financiera de CNBC Your Money,  tres cuartos de los estadounidenses (74 %) afirman estar estresados por las finanzas. 61 % de los estadounidenses dicen que la inflación contribuye a su estrés financiero, siendo este el principal factor de estrés financiero. Y según una encuesta de Bankrate el 49 %, de los adultos tienen menos ahorros o ningún ahorro en comparación con el año pasado.

4- Adiós al sueño de comprar casa

El 94 % de los estadounidenses piensa que tener casa propia es parte del "sueño americano", pero el 51 % de los americanos que aún no son propietarios teme que nunca podrán cumplir ese sueño. De ese 51 % que ve imposible comprar vivienda, el 49 % dice que no tiene para realizar el pago inicial y el 40 % afirma que los precios son demasiado altos en su zona.

La tan promocionada Bidenomics ha hecho que para muchos americanos el sueño de tener casa propia haya desaparecido. Con los trillones que  Biden ha introducido en la economía, la inflación y las tasas de interés se han ido a los cielos. El interés de las hipotecas a tasa fija a 30 años aumentó del 2,77 % el 21 de enero de 2021 al 6,8 % el 15 de febrero de 2024. Y el promedio nacional para una tasa fija a 30 años es de 7,79 % ¡La tasa más alta en 23 años!

Pero no solo es que el préstamo cueste más, sino que también las casas cuestan más. El precio medio de venta de viviendas existentes ha aumentado un 25 % si se compara con el precio de hace tres años, pasó de $ 307,400 en enero de 2021 a $384,500 en febrero de 2024. No es casualidad que las ventas de viviendas usadas haya caído un 34 % desde que el presidente Biden llegó a la Casa blanca, pasando de 6,6 millones a 4,38 millones.

Pero para quienes no pueden permitirse comprar una casa, aún hay otra mala noticia, los precios de alquiler también han subido drásticamente. El alquiler mensual promedio de un apartamento de dos habitaciones ha subido un 20 % en el transcurso de la actual Administración.