Asfixia ecologista: California prohibe abrir gasolineras en plena escalada de precios

La cruzada de organizaciones ecologistas para prohibir los combustibles fósiles cuenta con el apoyo de políticos que ignoran las consecuencias económicas.

Varias ciudades de California están prohibiendo la instalación de nuevas gasolineras con la excusa de luchar contra el cambio climático. A pesar de sufrir una inflación del 9,1% y en plena crisis energética, los progresistas insisten en implantar políticas que encarecerán el suministro de combustible.

Es la ley de la oferta y la demanda: menos gasolineras - precios (aún) más caros. Pero todo vale si le añadimos el apellido 'cambio climático' o lo disfrazamos de verde. La industria del automóvil ya ha advertido de que el consumidor saldrá perjudicado. Sin embargo, los promotores de esta iniciativa se muestran orgullosos. Cuenta Los Ángeles Times que los líderes de Petaluma, una pequeña ciudad del condado de Sonoma, destacan haber sido los primeros cuando el año pasado acordaron prohibir nuevas gasolineras en esta ciudad de 60.000 habitantes. "No sabíamos que éramos los primeros del mundo cuando prohibimos las gasolineras", señala con satisfacción la concejala D'Lynda Fischer.

Como era de esperar, la medida se ha extendido por las zonas progresistas del estado. Otras cuatro ciudades del área de la Bahía han seguido un ejemplo que ahora podría llegar hasta Los Ángeles. La ciudad prepara ya su propia prohibición de las gasolineras. La justificación de las autoridades para llevar a cabo esta medidas es la siguiente: "Si tienes cáncer de pulmón, dejas de fumar; si tu planeta está en llamas, dejas de echarle gasolina", sentencia Andy Shrader, director de asuntos medioambientales del concejal de Los Ángeles Paul Koretz. Lo que no explica es cómo acometer esta medida en una ciudad de 4 millones de habitantes que dependen para sus desplazamientos del vehículo particular.

Tal y como recuerda Breitbart, en 2020, apenas unas semanas después de que el estado sufriera apagones por falta de energía eólica y solar, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que el estado prohibiría la venta de vehículos de gasolina en 2035 en favor exclusivamente de los vehículos eléctricos.

Ecologismo radical y ruina económica

La prohibición de abrir nuevas gasolineras se suma al interés por cerrar las ya existentes. Forma parte de la campaña 'Ciudades Seguras', un movimiento respaldado por el grupo ecologista Stand.Earth que apoya los esfuerzos locales para eliminar los combustibles fósiles.

Estación de carga de vehículo eléctrico
(Pixabay)

Un movimiento que pasa por alto el impacto económico y social de estas medidas. En el país hay más de 100.000 estaciones de servicio públicas. La mayoría forma parte de pequeñas empresas y su eliminación supondría perder miles de puestos de trabajo. Algo similar ocurre con el coche eléctrico y los empleos globales en el sector de la automoción. Sin olvidar que investigaciones recientes han revelado que una de cada cuatro estaciones de recarga de vehículos eléctricos en la zona de la bahía de San Francisco está fuera de servicio o que las infraestructuras del país no están ni mucho menos preparadas para un viaje por carretera en un vehículo eléctrico.

Mientras los profetas del cambio climático votan por eliminar las gasolineras, los precios del combustible continúan en una escalada sin precedentes. Ciudades como Los Ángeles apuestan por no abrir nuevas estaciones de servicio a la vez que países como México presumen de precios e invitan a los estadunidenses a cruzar la frontera para repostar.