Biden ya es el presidente peor valorado de los últimos 40 años

Sólo la gestión de Carter a estas alturas de mandato era peor considerada por los votantes.

Joe Biden se ha convertido en el presidente peor valorado de los últimos 40 años. Según el análisis de FiveThirtyEight, que compara las principales encuestas, la percepción de los ciudadanos sobre el actual inquilino de la Casa Blanca a estas alturas de mandato es inferior incluso a la de Donald Trump, al que hasta ahora superaba ligeramente. Tan sólo Jimmy Carter obtenía peores registros en 1979.

Gráfico que compara la valoración de Biden con el resto de presidentes de EEUU.
(FiveThirtyEight)

En el día 863 de su mandato, el 41,5% de los votantes aprobaba la gestión de Trump. En este mismo momento, Biden es bien visto aún por menos gente, apenas el 41,1% de los estadounidenses. Números que sólo empeora Carter en 1979, que en esos momentos contaba incluso con diez puntos de respaldo menos (32,1%).

George Bush padre, el mejor valorado

En el lado contrario destaca el apoyo que recibían a estas alturas George Bush padre, que aglutinaba el favor de las tres cuartas partes de los votantes (75,1%). El siguiente presidente en aprobación de su gestión fue precisamente su hijo, George W. Bush, con el 68,3%. Completa el podio de los últimos 40 años Barack Obama, con un aprobado raspado (50,1%). Sin embargo, si incluimos a todos los presidentes del registro histórico, el segundo puesto correspondería a Dwight Eisenhower (68,3%) y el tercero a John F. Kennedy, con el 64,1%.

Tras Biden y Trump, tiene el dudoso honor de completar la triada menos valorada a estas alturas de mandato Ronald Reagan. El que fuera actor lo hizo bien para el 45,8% de los votantes. Además, otros dos expresidentes no alcanzaban el aprobado: Bill Clinton (49,3%) y Richard Nixon (48,1%).

Biden, en sus momentos más bajos

En estos momentos, la popularidad de Biden se encuentra en uno de sus momentos más bajos, según las principales encuestas y crece la desconfianza de los ciudadanos por su estado mental para afrontar la reelección en 2024.