Sam Bankman-Fried, fundador y ex director ejecutivo de FTX (plataforma de intercambio de criptomonedas), fue detenido en las Bahamas tras los cargos que presentó Estados Unidos en su contra.
Según indicó el fiscal general Damian Williams, las autoridades policiales de las Bahamas actuaron tras recibir una notificación formal de los cargos penales presentados luego de que quebrara la empresa de criptomonedas.
“Las Bahamas y Estados Unidos responsabilizan a todas las personas asociadas con FTX que pueden haber traicionado la confianza pública y violado la ley”, dijo el primer ministro Philip Davis.
Ya estaba previsto que Bankman declarara el martes de forma virtual ante un comité de la Cámara de Representantes. Sin embargo, ahora esta cita podría no llevarse a cabo, pues CEO de FTX se mantendrá bajo custodia a la espera de que se haga una petición formal para extraditarlo.
“En el momento en que se haga una solicitud formal de extradición, Bahamas tiene la intención de procesarla con rapidez, de conformidad con la ley de las Bahamas y las obligaciones de su tratado con los Estados Unidos”, indicó Philip Davies, primer ministro bahameño, en un comunicado.
Mientras tanto las autoridades del archipiélago aseguraron que realizarán sus propias “investigaciones regulatorias y criminales” sobre el quiebre de FTX.
Former FTX CEO Sam Bankman-Fried has been arrested in the Bahamas pic.twitter.com/HQ2OKJ6kEH
— philip lewis (@Phil_Lewis_) December 12, 2022
Niega haber cometido fraude
Poco después de que la compañía de criptomonedas se declarara en bancarrota, Bankman-Fried ofreció varias entrevistas en donde afirmó que los problemas de liquidez de FTX se debieron a fallos en la gestión de riesgos.
“Nunca intenté cometer fraude”, aseguró el fundador de la empresa.
Sin embargo, el actual responsable de FTX, John Ray cree que gran parte de los activos de la empresa pudieron hacer sido robados. Asimismo, denunció una “ausencia total de controles corporativos”.
Cabe recordar que la compañía fue tan exitosa que llegó a estar valorada en más de 30.000 millones de dólares y se fue a la quiebra el 11 de noviembre luego de que sus clientes retiraran sus activos por las dudas sobre solidez financiera.
Según Bankman la venta masiva de criptomonedas redujo la garantía de la empresa a la mitad, lo que luego empeoró con una restricción crediticia y una “huida del banco”, quedando una garantía de tan solo 9.000 millones y llevando a FTX a la quiebra.
