Amenazas de terrorismo exponen la urgencia de seguridad fronteriza

Noticia de última hora para Biden: los muros funcionan. El negacionismo no.

La frontera abierta de Estados Unidos con México ha amenazado la seguridad de los estadounidenses durante años. Después de que, desde enero de 2021 se haya registrado la espeluznante cifra de 7,5 millones de cruces ilegales, 1,6 millones de fugitivos y 23 toneladas de fentanilo mortal, los estadounidenses desaprueban, con razón y de forma abrumadora, el manejo de la crisis fronteriza por parte de Joe Biden.

Mientras los terroristas de Hamás continúan con su ataque sin precedentes contra Israel, la necesidad de asegurar nuestra frontera se ha vuelto más urgente que nunca. Nuevos informes están generando serias preocupaciones sobre los inmigrantes indocumentados procedentes de “países de intereses especiales”, que potencialmente representan una amenaza a la seguridad nacional, cuando se sabe que más de 150 sospechosos de terrorismo han sido arrestados en la frontera sólo este año. ¿Cuántos más se habrán escapado?

Los agentes de la Patrulla Fronteriza ciertamente saben que la necesidad de fortalecer nuestra seguridad en la frontera es apremiante. A principios de este mes, el Departamento de Seguridad Nacional publicó un anuncio declarando la “necesidad aguda e inmediata” de construir un muro fronterizo en el condado de Starr, Texas, citando un “alto nivel de entradas ilegales.” Ese sector de la frontera ha enfrentado más de 245,000 encuentros con migrantes este año fiscal.

Por supuesto, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, dio inmediatamente un giro radical y declaró que sus comentarios fueron “sacados de contexto” y que “un muro fronterizo no es la respuesta”. Esto no sorprende: la Administración Biden nos ha demostrado una y otra vez que le importa más hacer feliz a la extrema izquierda que servir al pueblo estadounidense. Pero el propio departamento de Mayorkas está haciendo sonar la alarma sobre el impacto real del fracaso de la Administración Biden para abordar la crisis fronteriza.

Los mencionados agentes de la Patrulla Fronteriza han quedado desmoralizados y "abrumados" por el aumento de los cruces, en beneficio de los cárteles de la droga y las operaciones de tráfico de personas, que están "explotando" el caos para traficar narcóticos como el fentanilo letal y transportar delincuentes a través de sectores vulnerables de la frontera. Estas actividades están enriqueciendo a estos criminales con montos del orden de varios billones de dólares. También están obligando a los agentes a realizar peligrosos rescates de migrantes perdidos o angustiados en las montañas, poniendo en peligro las vidas de los agentes de las fuerzas del orden.

A lo largo de 30 meses consecutivos, la cifra de encuentros mensuales ha estado por encima, incluso que del mes con las cifras más altas visto durante la administración anterior. Las drogas ilícitas están ingresando al país a un ritmo alarmante, y sólo entre el 5 y el 10 por ciento son interceptadas, mientras los funcionarios fronterizos luchan por contener el contrabando. Las comunidades de todo el país están sintiendo el impacto de que el fentanilo se haya convertido en la principal causa de muerte entre los adultos estadounidenses. Entonces, mientras los nuestros están muriendo, y conocidos terroristas logran escabullirse dentro de los Estados Unidos, ¿por qué la Administración Biden sigue cambiando de opinión sobre la gravedad de esta crisis?

No olvidemos que Biden pasó sus primeros dos años en el cargo dando alas a la mentira de que “no había una crisis” en la frontera. En ese momento, Mayorkas dijo que el término “crisis” “no era aplicable”. Si bien el mensaje ha cambiado, la negación no.

El 30 de agosto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, subió al podio y declaró: “Estamos deteniendo el flujo en la frontera.” Ahora afirma que Biden está "haciendo todo lo que puede para ocuparse de la frontera... sin la ayuda de los Republicanos". Es ridículo y típico de esta presidencia fallida.

En sus primeros 100 días, Biden emitió más de 94 acciones ejecutivas sobre inmigración, incluyendo una para detener la construcción del muro fronterizo y otra para poner fin a la exitosa política de “Permanecer en México”. Sus aliados Demócratas en el Congreso han ayudado a las ciudades santuario y han permitido que se envíen cheques de estímulo a inmigrantes indocumentados, se han opuesto a la legislación para financiar el Título 42 y votaron repetidamente en contra de financiar el muro fronterizo. Incluso han votado en contra de contratar más agentes fronterizos, en contra de deportar a delincuentes, y en contra de impedir que los inmigrantes indocumentados, condenados por delitos, se conviertan en residentes permanentes.

Comparemos eso con lo que han hecho los republicanos. Los republicanos de la Cámara de Representantes aprobaron el proyecto de ley de seguridad fronteriza más sólido de la historia. Los gobernadores republicanos de todo el país han desplegado tropas de la Guardia Nacional, con el fin de apoyar a las fuerzas del orden locales, y se están uniendo para exigir información sobre quién está cruzando la frontera y cómo la Administración Biden está procesando a los inmigrantes indocumentados que ingresan a los Estados Unidos.

Biden podría aprender de estos gobernadores lo que significa tomar medidas significativas para proteger a los estadounidenses de las consecuencias de una frontera abierta. Noticia de última hora para Biden: los muros funcionan. El negacionismo no.