Más de 150 personas han muerto y más de 130 han resultado heridas tras una aglomeración en una zona de fiesta en el centro de Seúl, Corea del Sur. Se investigan casi 300 desapariciones, en su mayoría de jóvenes de unos 20 años de edad.
Aunque aún se tratan determinar la causa del suceso, las autoridades locales informaron que se estima que habría aproximadamente unos 100.000 individuos concentrados en las calles para celebrar Halloween -en una zona famosa de ocio nocturno- cuando se originó una avalancha por una acumulación excesiva de personas en un callejón estrecho que conecta una avenida principal con una concurrida calle de bares. Allí quedaron atrapadas cientos de personas, muchas de las cuales fallecieron por asfixia.
Responsabilidad de las autoridades
La experta en manejo de desastres de la cadena CNN, Juliette Kayyem, señala que las multitudes en Seúl son algo común. Sin embargo, las autoridades pueden haber jugado un papel clave en la tragedia: "La gente en Seúl está acostumbrada a estar en espacios abarrotados, es posible que no se hayan alarmado por completo por las calles llenas... El pánico siempre es un factor, y existe el peligro de estar demasiado acostumbrado a estar en espacios llenos de gente".
Es difícil precisar qué pudo haber desencadenado la aglomeración, pero las autoridades "lo habrían anticipado antes del sábado por la noche... Las autoridades tienen la responsabilidad de monitorear el volumen de la multitud en tiempo real, para que puedan sentir la necesidad de sacar a la gente".
“There is a responsibility on the part of the authorities to be monitoring crowd volume in real time, so they can sense the need to get people out," Kayyem said.
On what we know about crowd control and what doesn't make sense right now. #SeoulStampede https://t.co/LbJivILSMu
— Juliette Kayyem (@juliettekayyem) October 30, 2022
