Salman Rushdie pierde la vista en un ojo y la movilidad de una mano tras el ataque de agosto

Andrew Wylie, agente literario del escritor británico, explica a 'El País' que el escritor esperaba sufrir un ataque en algún momento.

El escritor Salman Rushdie pierde la vista en un ojo y el movimiento en una mano tras el ataque el pasado 12 de agosto. El británico, autor de Los versos satánicos,  fue apuñalado en Chautauqua, Nueva York, cuando se disponía a dar una conferencia. Un ataque que fue grabado y publicado en redes sociales:

Las consecuencias del brutal ataque, que presuntamente realizó el simpatizante de la Guardia Revolucionaria Iraní, el joven de 24 años Hadi Matar, no tenía buen pronóstico para Rushdie. Afirmaciones que ratificó la semana pasada su agente literario, Andrew Wylie, a El País. En la entrevista, Wylie, aseguró que "sus heridas fueron profundas. Perdió la vista en un ojo, en el mismo que fue apuñalado. Sufrió tres heridas graves en el cuello y perdió la movilidad en una mano porque los nervios fueron cortados por las puñaladas".

Una agresión que, como cuenta el agente literario al periódico español, fue feroz: "Tiene alrededor de 15 heridas más en el pecho y el torso. Fue un ataque brutal". Sin embargo, no es algo que le sea ajeno. De hecho, durante su entrevista con El País, confirmó que ya había hablado con Rushdie de la posibilidad de que el escritor sufriese un ataque durante una de sus conferencias:

Creo que el ataque fue probablemente algo que Salman y yo discutimos en el pasado, que era el principal peligro al que se enfrentaba tantos años después de la imposición de la fatwa es el de una persona al azar que sale de la nada y le ataca. Así que no se puede proteger contra eso porque es totalmente inesperado e ilógico. Fue como el asesinato de John Lennon.

Un ataque del que el escritor británico se está recuperando, aunque Wylie no quiere confirmar su paradero actual: "No puedo dar ninguna información sobre su paradero. Va a vivir... Eso es lo más importante".

El Nobel de Literatura se le resiste

Tras la agresión que sufrió el pasado mes de agosto, Salman Rushdie era uno de los candidatos que más sonaba para alzarse con el premio Nobel de Literatura en 2022. Sin embargo, el galardón continúa esquivo y, este año, recae en la francesa Annie Ernaux.  Algo que no extraña al escritor británico que ya en el año 2017 aseguraba a El Mundo que nunca se alzaría con el codiciado premio: "Creo que el Nobel jamás va a cruzarse en mi camino... Por lo que todos sabemos".

Se refiere al miedo a los islamistas. Un sentimiento que, según él afirmó en esa entrevista, impide a la Academia entregarle el Nobel: "Sí", aseguraba tajante sin querer seguir hablando del tema.

Y es que Rushdie, de 75 años, es uno de los pocos que se atreven a hablar de temas polémicos. Un ejemplo de ello está en la publicación de su libro Los versos satánicos. La publicación, que los musulmanes consideran ofensiva, provocó que el ayatolá Ruholá Jomeini emitiera en 1989 un edicto por el que se le condenaba a muerte, como recuerda Associated Press.

Repercusiones para la comunidad literaria

Amenazas que provocaron el ataque de ahora y que también han tenido repercusiones en el resto de la comunidad literaria. Shehan Karunatilaka, ganador del prestigioso Booker Prize por su novela The Seven Moons of Maali Almeida, reconoció a la BBC que había "autocensurado" un par de relatos cortos suyos tras el ataque a Rushdie el pasado mes de agosto: "Estaba escribiendo una colección de relatos cortos cuando ocurrió este incidente, y creo que un par de ellos no son ofensivos para ninguna religión. Pero mi mujer me dijo: ¿no puedes hacer eso? Tienes dos niños pequeños. Esta historia no es tan buena. Déjala fuera", reveló el escritor de Sri Lanka.

Y es que, como añadió posteriormente el autor, el miedo a sufrir un atentado es "algo que pende sobre todos nosotros si escribimos en el sur de Asia, especialmente si es sobre política o religión" y que pueden saldarse con consecuencias como las que tiene el atentado de Salman Rushdie: perdiendo la vista de un ojo y la movilidad en una mano.