¿Obamacare perjudica a los enfermos? La opinión de un destacado economista

John C. Goodman, exdirector del Centro Nacional de Análisis de Políticas (NCPA), explicó recientemente los efectos negativos de la propuesta estrella del expresidente demócrata.

En marzo del 2010, el entonces presidente Barack Obama promulgó quizás su éxito legislativo más consecuente, la Ley de Cuidado de la Salud a Bajo Precio, mejor conocida por su seudónimo, Obamacare. Según prometió el mandatario en reiteradas ocasiones, gracias a su Proyecto de Ley, aquellas personas con enfermedades preexistentes obtendrían un seguro médico de calidad y asequible. Bueno, para un importante economista, el resultado ha sido todo lo contrario.

John C. Goodman fue director de del Centro Nacional de Análisis de Políticas (NCPA) y fue bautizado por The Wall Street Journal como el "padre de las cuentas de ahorro de la salud". En colaboración con Beverly Gossage, senadora estatal de Kansas, escribió un artículo para el mencionado medio analizando las consecuencias de la mencionada legislación.

El escrito comenzó con una fuerte afirmación, la cual dicta que "ObamaCare hace que el seguro médico sea lo mejor posible para los sanos y lo peor posible para los enfermos". Para explicar su argumento, los autores tomaron como ejemplo ficticio a una familia de Dallas, a la cual decidieron no bautizar.

Esta pareja hipotética de mediana edad gana 70.000 dólares al año y tiene dos hijos que nacieron con alguna dificultad grave. "Aunque esta familia no pagará prima por un plan de bronce de Blue Cross en el mercado de ObamaCare, tendrá que hacer frente a una franquicia de 9.100 dólares por cada hijo. Su gasto total es de 18.200 dólares al año", explicaron.

A su vez, dado que los pacientes con enfermedades graves suele requerir atención que solo está disponible en determinados centros de salud, les será muy engorroso llegar a ellos. En el caso de esta familia, su plan Blue Cross no es aceptado en los principales proveedores de cáncer cercanos, incluidos el Centro Médico de la Universidad de Baylor y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, o el Centro Oncológico MD Anderson en Houston.

"El problema no es exclusivo de Texas. Los planes de ObamaCare tienen redes muy delgadas en todos los estados. Tienden a pagar a los proveedores de las tasas de Medicaid o cerca de ellos. Como resultado, ObamaCare se parece a Medicaid con un deducible alto. Un gran número de proveedores, incluidas prestigiosas instituciones médicas, no aceptan la atención gestionada de Medicaid -la versión de Medicaid que reciben la mayoría de los beneficiarios- ni ObamaCare", continuaron.

Goodman y Gossage mencionaron también el impuesto implícito sobre los ingresos del trabajo que la legislación provocó. En el supuesto de que la familia de Dallas ganara solo 60.000 dólares anuales, sus hijos podrían calificar para CHIP (el Programa de seguro médico para niños) o Medicaid, por lo que no se les permitiría participar en un plan de intercambio privado subsidiado.

"Dados sus ingresos más bajos, el mejor plan de intercambio para el que la familia calificaría ahora sería el plan plateado de Blue Cross, que no tiene prima. Esto significa que, si los padres se mantienen sanos, no tendrían gastos médicos de bolsillo. Pero las cosas cambian rápidamente si los ingresos del hogar vuelven a aumentar a 70.000 dólares. La multa sería un aumento de $18,200 en los costos médicos máximos, una tasa impositiva marginal del 182 %", explicaron.

Incluso con los niños dentro del CHIP, en caso de que los padres tengan algún problema médico de gravedad, el impuesto implícito seguiría presente. "Con un ingreso, digamos, de $30,000, la mejor opción es un plan plateado con una prima pequeña combinada con un deducible pequeño. Pero si sus ingresos se duplican a $60 000, el riesgo de desembolso aumentará en $14 200. Eso es un aumento impositivo marginal implícito del 47 %", escribieron los autores del artículo.

En conclusión, afirman que esta familia de Dallas estaría mucho mejor con el sistema de salud previo a Obamacare, ya que existían deducibles razonables y redes que cubrían a casi todos los médicos e instalaciones médicas. A su vez, existía un grupo de riesgo en Texas, dedicado a aquellas personas que retrasaban la compra de un plan hasta que realmente lo necesitaban.

¿A qué se deben estos problemas en Obamacare?

Goodman y Gossage lo tienen claro, la clave está en la autoría de la legislación, la cual no fue redactada ni por los demócratas del Congreso ni por el propio Obama.

"Fue diseñado por intereses especiales. ObamaCare ha estado vertiendo unos 60.000 millones de dólares al año en dinero nuevo en el sistema sanitario. Todo ese gasto está llenando los bolsillos de las compañías de seguros, los hospitales y algunos médicos, aunque no parece que se haya producido ningún aumento general en la cantidad de asistencia sanitaria que se presta", concluyeron.