Nuevo examen a la Primera Enmienda en el Tribunal Supremo

Comienza el juicio por las presiones de Colorado a una empresaria para que acepte incluir proclamas LGBT en sus creaciones.

La libertad de expresión y la libertad religiosa tienen una vista en el Tribunal Supremo el 5 de diciembre. Lorie Smith y su empresa de diseño de páginas web, 303 Creative, defienden ante el alto tribunal sus derechos recogidos por la Primera Enmienda frente a las presiones del Gobierno de Colorado en lo referente al matrimonio de personas del mismo sexo.

La especialidad de la empresa de Smith es la creación de páginas web para bodas. Pero ella cree que que el matrimonio refleja la relación de Cristo con la iglesia y "cumple la naturaleza complementaria de la primera institución de Dios", por lo que no está dispuesta a promover mensajes que vayan contra este precepto. Del mismo modo, se niega a contribuir a la difusión de mensajes en favor del aborto, o del juego ni que degraden a las personas, sea por el motivo que sea, incluyendo su orientación sexual.

Dos sentencias en contra

En declaraciones a The Wall Street Journal, Lorie subraya que no se niega a trabajar para clientes gays, sino a compartir ciertas consignas que atentan contra sus principios. "No puedo crear todos los mensajes que se me piden... no importa quién lo haga", señaló. Como ejemplo, ella nunca incluiría el mensaje "Dios odia a los m*******s" en una web aunque se lo pidiera una institución religiosa.

Como las presiones por parte de Colorado continuaron, la empresaria acabó demandando al estado en defensa de sus derechos fundamentales. En 2016 presentó una demanda para evitar que le obligaran a diseñar webs para bodas entre personas del mismo sexo. El tribunal falló en contra, como también lo haría el Tribunal de Apelaciones del 10º Circuito de Estados Unidos.  Lejos de amilanarse, su caso llega al Tribunal Supremo.

"Clara e inadmisible hostilidad"

Lorie, que cuenta con el respaldo de los abogados de la organización Alliance Defending Freedom, confía en el precedente de Jack Philips. Este creador de tartas de bodas fue llevado a juicio por la Comisión de Derechos Civiles de Colorado, la misma que persigue ahora a Lori, al negarse a crear una tarta para una boda de personas del mismo sexo, y ganó. De hecho, el Tribunal Supremo señaló en su fallo "una clara e inadmisible hostilidad" hacia las creencias religiosas de Phillips por parte de los funcionarios de esta agencia.

¿Persona o empresa frente a la Primera Enmienda?

Por su parte, los letrados de Colorado argumentan que este caso es distinto porque Lorie dirige una empresa comercial, y lo que pretenden regular es la disponibilidad del servicio que ofrece 303 Creative, no el servicio en sí. Es decir, que desde el estado se trata de legislar la conducta, no la expresión. Un razonamiento que entra en conflicto con una sentencia del juez Souter, que señala que la "norma fundamental de la Primera Enmienda" es "disfrutada por las corporaciones comerciales en general y por la gente común que se dedica a la expresión no sofisticada".

Según expertos, como Michael McConnell, profesor de derecho de Stanford que sirvió como juez del 10º Circuito entre 2002 y 2009, las leyes "están siendo tergiversadas por las comisiones estatales para prohibir algo que en realidad no prohíben". Según McConnell, se pretende obligar a quienes discrepan a afirmar la ortodoxia progresista sobre el sexo y la identidad sexual.

Varios políticos se pronuncian

El caso está creando una gran polémica, en la que representantes como el republicano Ted Cruz se han posicionado claramente. Además, Un grupo de artistas, editores, organizaciones de defensa del colectivo LGBT, juristas y 20 estados, presentó escritos de amistad con el Tribunal Supremo para pedirle que se pronuncie a favor de Lorie.