Los crímenes vuelven a alzarse en Mineápolis. Hasta el momento, se cometieron 66 asesinatos en la ciudad en lo que llevamos de año, según fuentes oficiales. A falta de tres meses para cambiar de año, esta cifra supera a los datos de 2019 (60) y se aproxima a los 80 asesinatos que se produjeron durante todo el año 2020. En 2021, la cifra total de asesinatos fue aún mayor, con 93.
Durante la década de los 90, la ciudad más poblada de Minesota se ganó el nombre de Murderapolis por la cantidad de crímenes que se perpetraban. Casi 30 años después, retoma su apodo debido al nuevo incremento de su tasa anual de asesinatos, por lo que se puede considerar un Murderapolis 2.0.
Tras la muerte de George Floyd en 2020, Mineápolis se convirtió en el epicentro del movimiento Defund the police. La administración demócrata impulsó la desfinanciación policial, al mismo tiempo que se producía un incremento de los asesinatos y la delincuencia en la ciudad. El suceso impulsó una oleada de radicalización de la criminalidad, alcanzando las cotas de los dos años anteriores.
La desfinanciación de la policía también causó la reducción de su plantilla: de los 900 agentes que constituían el cuerpo policial en 2020 se pasó a aproximadamente 560 (un tercio menos). Tal es el descenso de efectivos que el Departamento de Policía de Mineápolis ofreció empleo como "oficiales de servicio comunitario" que apoyen a las fuerzas de seguridad de la ciudad.
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Una de las ciudades santuario más peligrosas
Mineápolis está considerada como una ciudad santuario de Estados Unidos. Es decir, una de las ciudades que ponen en práctica políticas para limitar la colaboración entre su administración y el gobierno federal en materia de inmigración. También se niegan a cooperar con Inmigración y Control de Aduanas para expulsar a extranjeros criminales.
Según los datos recopilados por el Immigration Reform Law Institute (IRLI), Mineápolis es la sexta ciudad santuario más peligrosa de Estados Unidos.
No solo aumentan los asesinatos
Los datos oficiales emitidos por la administración de Mineápolis certificaron que el delito de asesinato no fue el único que aumentó al año pasado. Otro tipo de delitos y faltas, como las agresiones, los robos y hurtos, los allanamientos, el vandalismo y los asaltos a vehículos, también se incrementaron en los últimos nueve meses.
El narcotráfico es otro de los delitos que preocupan a los residentes, y que tiene en jaque a Mineápolis. Los traficantes aprovechan el día, y no sólo la noche, para vender droga en cualquier lugar, tal y como aseguró Paul Johnson, un ciudadano de 56 años. "Si te paras a echar gasolina, intentan venderte droga", añadió Johnson.
