Los jueces dudan: ¿incluye la inmunidad presidencial incluso un asesinato o se produciría una cacería de expresidentes si se le niega a Trump?

El expresidente compareció ante el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia, que debe fallar si el el magnate estaba blindado frente a las acusaciones de interferencia electoral y participación en una insurrección.

El recurso de Donald Trump sobre la inmunidad presidencial que le protegería frente a las acusaciones de interferencia electoral o participación en una insurrección ante el Circuito de Apelaciones del Distrito de Columbia ha generado división entre las tres jueces encargadas de estudiar el caso. Durante la vista celebrada el pasado martes, el abogado del expresidente John Sauer llevó al extremo su argumentación, señalando que un presidente podría incluso asesinar a un rival sin tener que rendir cuentas ante la Justicia si antes no había sido sometido a un juicio político en el Congreso. Aunque esta afirmación no pareció entusiasmar a los jueces, éstos dudan sobre si negar que Trump se encontraba blindado en sus últimos días en la Casa Blanca podría provocar una cacería partidista contra antiguos líderes del Ejecutivo.

Trump, presente en el tribunal

El propio Trump acudió al Tribunal, a pesar de que su presencia no era necesaria. Antes subió un vídeo a su cuenta de Truth Social señalando que, si él no tiene inmunidad presidencial, ningún otro expresidente ni presidente fututo gozaría de ella, lo que haría su labor mucho más difícil. En ese sentido, subrayó que Biden debería prepararse para asumir su responsabilidad por la salida de Afganistán, con el coste de vidas que supuso, por dejar a estadounidenses abandonados allí y por el coste económico y militar que supuso dejar millones de dólares y tecnología en armas como consecuencia del caótico repliegue orquestado desde la Casa Blanca. También sacó a relucir los más de 8 millones de inmigrantes ilegales que han cruzado la frontera desde 2021 y los presuntos pagos recibidos por Biden en su época de vicepresidente.

Sin embargo, Sauer consiguió robarle los focos al propio Trump al asegurar, -en respuesta a preguntas de la juez Florence Pan- que un presidente podría utilizar a los SEAL para asesinar a un rival político sin que se le pudiera perseguir judicialmente por ello debido a su inmunidad salvo que el Congreso votara un impeachment por ello y el presidente fuera considerado culpable por los legisladores previamente. La misma situación se produciría, según el letrado, en el caso de que vendiera secretos nucleares. El abogado también apuntó que su cliente no podía ser enjuiciado por los hechos de los que se le acusa porque "los presidentes tienen el deber constitucional de velar por el cumplimiento de las leyes electorales".

Avalancha de procedimientos partidistas contra expresidentes

Ésta última afirmación provocó la respuesta de la juez Karen L. Henderson -la única designada por los republicanos en este caso-, que afirmó que "me parece paradójico decir que su deber constitucional de velar por la fiel ejecución de las leyes le permite violar la ley penal".

No obstante, la propia Henderson expreso sus reservas sobre las consecuencias que tendría negar que Trump gozara de inmunidad presidencial frente a las acusaciones recibidas por sus actuaciones en sus últimos días al frente del país. Según la juez, "una decisión radical de denegar la inmunidad a los expresidentes podría dar lugar a una avalancha de procesamientos partidistas", un criterio que comparte el propio Trump, y que lo reiteró en varias publicaciones en Truth Social.



Henderson también señaló que el tribunal estudiará la posibilidad de enviar el caso de nuevo a la juez de primera instancia, Tanya S. Chutkan, para que realice una investigación adicional para determinar si las acciones de Trump deberían ser tratadas como actos oficiales o privados. Si esto sucediera, Trump estaría más cerca de conseguir su objetivo de retrasar lo más posible estos casos.