Con la Administración Biden, los fact-checkers han dejado de trabajar

Daniel Dale, de CNN, no señala las mentiras del presidente desde junio. Politifact filtra 10 declaraciones de Biden al año, pero 78 de Donald Trump.

El presidente es el hombre más poderoso del país, y tiene que someterse al escrutinio de la prensa. Para ello se han creado unos medios que tienen un propósito muy específico: decir qué afirmaciones del presidente son ciertas y cuáles son falsas.

Los fact-chequers se emplearon a fondo con Donald Trump, y mostraban cada afirmación falsa del expresidente como una medalla en el pecho. Pero desde que ha llegado Joe Biden a la Casa Blanca, han dejado de trabajar. ¿Por qué?

Donald Trump: la era dorada de los fact-checkers

Esto mismo es lo que se pregunta Joe Concha, columnista especializado en los medios de comunicación. Concha recuerda que, durante la presidencia de Donald Trump hubo una era dorada de los fact-checkers.

The Washington Post hizo una noticia con las 30.573 mentiras de Donald Trump. The New York Times publicó la lista definitiva de las mentiras del republicano. El de la dama gris es un prodigio en el ejercicio del periodismo: A cada afirmación de Trump, con su fecha correspondiente, le sigue un enlace a una noticia propia que demuestra su falsedad. 

Pero ese ímpetu por separar el grano de la paja en el discurso del presidente ha decaído desde enero de 2021, cuando Joe Biden asumió la presidencia. Lo explica Joe Concha en The Hill:

Con el presidente Biden, los verificadores de hechos están disfrutando de lo que parecen unas vacaciones prolongadas o simplemente se han retirado en términos de escrutar las muchas maneras en que está engañando al público. El verificador de hechos de la CNN, Daniel Dale, es un buen ejemplo de la apatía para hacer responsable al actual presidente.

Biden no ha dejado de mentir

Dale no ha escrito nada sobre las afirmaciones de Biden desde el mes de julio. A medida que la popularidad de Biden se desplomaba y se acercaban las elecciones de noviembre, el ímpetu de la CNN por señalar al presidente como mentiroso ha desaparecido. 

Una interpretación posible es que Joe Biden se haya reformado, después de 50 años en política, y ahora todas sus afirmaciones sean ciertas. Pero viendo lo que ha dicho en público en los últimos meses, no parece que ese sea el caso. Politifact recoge numerosos ejemplos de mentiras del presidente. 

Politifact: sesgo en el número de declaraciones

Politifact, de hecho, es un ejemplo de sesgo con los dos últimos presidentes. Hay una gran diferencia en el número de veces que ha sometido por su Truth-o-meter (Biden 156, Trump 853). El celo con uno y otro político ha sido muy distinto. La primera historia de Politifact con Joe Biden es de 2007, de modo que sólo ha estudiado poco más de 10 afirmaciones por año. En el caso de Trump, sólo controla su discurso desde hace 11 años, de modo que de media filtra la veracidad de 78 afirmaciones suyas por año.

Joe Concha señala otros ejemplos, como los que contiene esta información de The Hill sobre las mentiras favoritas de Joe Biden sobre la economía. Pero también señala que el desinterés de los fact-checkers por hacer su trabajo afecta a la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Politifact no le somete a control desde junio.

Pew Research Center muestra que siete de cada diez republicanos cree que los verificadores de noticias actúan con partidismo. El periodista no responde a la pregunta que él mismo se ha formulado: cuál es el motivo del sesgo de los fact-checkers a favor del Partido Demócrata, y sobre todo en contra del Partido Republicano.

Una interpretación posible es que había mucha más libertad de prensa bajo la Administración Trump que con Biden, pero no parece probable. Puede que, simplemente, se trate del sesgo habitual de la prensa.