Los avances tecnológicos favorecen el consumo de drogas por hacer los "síntomas invisibles"

"El problema actual es que las sustancias que consumen los niños no son tan fáciles de detectar", ya que los "nuevos métodos" de administración vienen en forma de cigarrillos electrónicos o comestibles.

Un artículo escrito por un grupo de estudiantes de la Universidad de Rhode Island (URI) pone en evidencia como "los avances en tecnología" favorecen el consumo de sustancias peligrosas o ilícitas entre los adolescentes sin que sus padres o responsables puedan siquiera notarlo. Según Sarah Feldstein Ewing, catedrática de la Fundación Prochaska:

Lo que es tan diferente hoy en día en comparación con las generaciones pasadas es que los padres y los proveedores de atención sanitaria podían confiar en lo que tradicionalmente consideramos signos obvios para saber si los niños estaban consumiendo. ¿Llegaban a casa oliendo a cigarrillo o a cannabis? ¿Tienen aliento a alcohol? (...) Aunque algunas de estas cosas siguen funcionando, el problema actual es que, cada vez más, las sustancias que consumen los niños no son tan fáciles de detectar. Y las señales no son tan evidentes como antes.

Los "síntomas invisibles"

El estudio llamado The Lancet Child & Adolescent Health y bajo la dirección de Feldstein muestra como "en la última década se ha producido un aumento mundial del consumo de cigarrillos electrónicos, cannabis y opiáceos sujetos a prescripción médica" debido en gran parte a los "nuevos métodos" de administración como los comestibles a base de cannabis y los conocidos vapeadores:

Estas sustancias tienen "síntomas invisibles" para los adultos y, a su vez, pueden ser mucho más difíciles de detectar por padres y profesionales sanitarios (...)  Por esto, es más probable que los jóvenes pasen de la experimentación a un consumo más intenso y peligroso, que no es detectado hasta que se produce un impacto sustancial en la escuela, el trabajo o sus relaciones personales o familiares.

Feldstein quien también es directora del Centro de Neurociencia para la Resiliencia Sanitaria de los Adolescentes de la URI, mira con "especial preocupación" que los adolescentes consuman cada día más estas sustancias dañinas, ya que su "cerebro adolescente, aún se encuentra en desarrollo" y puede "afectar negativamente al desarrollo neuronal y conductual a largo plazo":

 Aunque se está investigando cómo afectan estas sustancias al cerebro, hay pruebas que sugieren que su consumo durante la adolescencia puede afectar negativamente al desarrollo neuronal y conductual a largo plazo.

"Las familias acudían a mí para el tratamiento de jóvenes que consumían grandes cantidades de sustancias y me decían: 'Ni siquiera sabía que mi hijo consumía'. Los padres lo están pasando mal y ahora que muchos estados están legalizando el cannabis para uso recreativo, creo que los padres y los proveedores se sienten realmente perdidos a la hora de abordar esta cuestión", señaló Feldstein.

Una "conversación a la antigua" y un "reajuste"

Aunque el informe está dirigido principalmente a los proveedores de atención sanitaria para adolescentes, la directora dice que los padres y cuidadores deben "abrir las líneas de comunicación con los jóvenes", ya que una de las mejores formas de "ayudar a detener el consumo de sustancias" sigue siendo una "conversación a la antigua":

Sin duda es difícil hoy en día: las familias están ocupadas con el trabajo, la escuela, los deportes y otras actividades. Pero la cuestión es que, si ese puede ser un lugar donde estás viendo y conectando con tus hijos todos los días, será más fácil notar pequeños cambios en el comportamiento u otros patrones. 

La doctora apunta a un "reajuste" a la nueva realidad y da aliento a los padres, los cuales, según sus palabras: "siguen teniendo la mayor influencia en el comportamiento de sus hijos", a pesar de que pasen la mayor parte de su tiempo con sus amigos:

Lo más importante de todo esto es que se trata de un territorio nuevo, y eso está bien (...) Las cosas que hemos hecho históricamente ya no se traducen bien para estas nuevas formas de sustancias, así que tenemos que reajustarnos.

Pero a la hora de la verdad, aunque solemos pensar que los adolescentes pasan la mayor parte del tiempo con sus amigos, los padres siguen teniendo la mayor influencia en el comportamiento de sus hijos, deben estar dispuestos a mantener conversaciones, aunque a veces dan miedo.

"El problema actual es que las sustancias que consumen los niños no son tan fáciles de detectar". Los cigarrillos electrónicos, comestibles con cannabis y opiáceos recetados son parte de los "nuevos métodos" de administración que incrementan el consumo de drogas.