La justicia requiere de procedimientos justos

Algunos progresistas dispuestos a ignorar las garantías procesales para ir por Trump reconocen que esto se debe a que lo consideran especialmente peligroso y, por tanto, desmerecedor del debido proceso. ¡Una injusticia especial para un hombre injusto!

"La justicia, y sólo la justicia, es lo que ustedes deben seguir", ordena la Biblia (Deuteronomio 16:20); y que, al hacer justicia, uno no debe "hacer ninguna diferencia entre unas personas y otras". 

Los comentaristas se preguntan por qué el buen libro repite la palabra justicia, ya que se cree que cada palabra porta un significado único. La explicación más relevante es que hay dos tipos de justicia: la sustantiva y la procesal.

La primera se refiere a hacer que el castigo se ajuste al delito; la segunda requiere que se empleen procedimientos correctos para determinar si se ha cometido un delito.

El difunto juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Felix Frankfurter, observó una vez que la historia de la libertad es en gran medida la historia de la equidad procesal. Nuestra constitución encarna esa historia al exigir "el debido proceso legal".

Últimamente, sin embargo, muchos de los llamados progresistas han estado dispuestos a ignorar las garantías procesales y el debido proceso en su campaña contra el expresidente Donald Trump. Dispuestos a usar la ley incorrectamente para prevenir que el principal candidato republicano compita con el actual presidente. Al hacerlo, están violando el segundo principio de justicia: "No hacer ninguna diferencia entre unas personas y otras". Ese mandamiento es la base del estatuto de una justicia con los ojos vendados.

Algunos progresistas dispuestos a ignorar las garantías procesales para ir por Trump reconocen que esto se debe a que lo consideran especialmente peligroso y, por tanto, desmerecedor del debido proceso. ¡Una injusticia especial para un hombre injusto!

Pero en nuestro sistema legal, que se basa en precedentes, no existe tal cosa como una injusticia especial. La injusticia, una vez practicada contra una persona injusta, servirá de precedente para desplegarla contra personas justas. Como H.L. Menken observó una vez:

"El problema de luchar por la libertad humana es que tienes que pasar gran parte de tu vida defendiendo a los hijos de puta; porque las leyes opresivas siempre están dirigidas originalmente a ellos, y la opresión debe detenerse al principio, si es que se ha de detener".

Entonces, independientemente de lo que uno piense sobre Trump, todo aquel que se preocupe por la libertad de todos debe oponerse a la militarización de las leyes y procedimientos para acechar al republicano, no sea que las armas se vuelvan contra nosotros.

Entre las armas que apuntan indebidamente a Trump está la acusación RICO en Georgia, que incluye a varios de sus abogados como coacusados. Esta estratagema tiene tres consecuencias, si no intenciones, injustas: disuadir a abogados de defenderlo; evitar que llame a sus propios abogados como testigos en su defensa; y abrir conversaciones confidenciales entre Trump y sus representantes legales. Los casos contra los abogados son generalmente débiles, pero eso no les importa a los fiscales que buscan atrapar a Trump y que están utilizando a sus abogados como medios para ese fin.

Otra arma es la programación. Están tratando de obtener condenas en lugares amigos antes de las elecciones de 2024, y para eso están dispuestos a arriesgarse a una revocación en la apelación, lo que ocurriría sólo después de las elecciones. En consecuencia, buscan fechas de juicio muy tempranas. El fiscal en Washington DC ha pedido comenzar el juicio el 2 de enero de 2024, menos de cinco meses después de la acusación. Ningún caso de esta complejidad y significado ha sido juzgado tan rápidamente. Ningún abogado defensor decente estaría de acuerdo en participar de un caso con tan poco tiempo para prepararse. Sin embargo, un grupo de prominentes abogados republicanos de la banda del 'ir por Trump' ha presentado un escrito apoyando esa prisa inconstitucional hacia la injusticia.

Estos y otros letrados dispuestos a 'ir por Trump' deberían leer los mandamientos judeocristianos de justicia procesal y sustantiva y de no discriminar entre una persona y las otras. Si siguen esas sabías guías, dejarán de tratar de 'ir por Trump' o, potencialmente, por cualquiera de nosotros. En cambio, buscarán justicia sin tener en cuenta el rostro, el nombre o el partido de la persona investigada y procesada.

© Gatestone Institute