DOCE DE OCTUBRE

Cosmovisión cristiana, universalismo contrario a las políticas de identidad, dignidad de todos los seres humanos… ¡demasiado para él!

Llega un año más el 12 de Octubre, el día de la Virgen del Pilar y la fiesta de la Hispanidad. Una celebración de primer orden de la que Joe Biden y sus colaboradores no han entendido absolutamente nada. Y eso que lo que celebramos el Día de la Hispanidad es muy sencillo.

España, en 1492, era un país profundamente marcado por una cosmovisión cristiana, que no es otra que la que está en el origen de nuestra civilización. Por eso cuando, tras la llegada de Colón a América, se dispuso a conquistar y evangelizar aquellos inmensos territorios se impuso una visión en la que los pueblos indígenas fueron considerados hijos de Dios, con la misma dignidad que quienes provenían de Europa. No fue fácil y las tensiones y fracasos fueron inevitables, pero finalmente se impuso esta idea, tan cristiana y tan propia del universalismo que ha hecho grande a Occidente. El testamento de Isabel la Católica, las Leyes de Indias o la Controversia de Valladolid siguen siendo monumentos escritos que nos hablan de la que ha sido y es la civilización más respetuosa con la dignidad del ser humano que ha aparecido en la Tierra.

Se pueden discutir muchos detalles, pero la realidad es que la diversidad propia de los hispanos da testimonio de esta gran empresa: mezclados racialmente, sin importar el color de la piel porque se comparte una dignidad común, los hispanos no somos una raza, más bien somos exactamente lo contrario a las estrechas y empobrecedoras políticas de identidad que quieren encerrarnos en grupos raciales adecuadamente victimizados. 

Gracias a que los españoles llevaron la fe cristiana a América, apareció una nueva civilización en el Nuevo Continente que ha traído bienes innumerables, empezando por una libertad desconocida en otras culturas.

Cosmovisión cristiana, universalismo contrario a las políticas de identidad, dignidad de todos los seres humanos… ¡demasiado para Biden!

Incapaces de entenderlo, Biden y los suyos celebraron el Columbus Day felicitando a los italianos e ignorando a los hispanos. Algo bastante ridículo, pues los italianos no llegaron a las costas americanas hasta varios siglos después de que Colón pusiera pie en ellas. Como si en todos esos siglos no hubiera pasado nada. Como si la aportación hispana no hubiera sido un fundamental para entender lo que son hoy en día los Estados Unidos de América: antes de la independencia, con presencia muy notoria y que ha perdurado en Florida, Texas o California; durante la Guerra de Independencia, en la que España tuvo un papel no desdeñable; y durante la vida de los Estados Unidos, con una influencia cada vez más notable. Todo esto no ha existido para Biden y los suyos.

Biden no se entera y deja de lado a millones de estadounidenses; pero nosotros, que sí somos conscientes de dónde venimos, no dejemos de celebrar que, gracias a que los españoles llevaron la fe cristiana a América, con todas sus consecuencias y a pesar de todas las miserias que acompañan cualquier iniciativa humana, apareció una nueva civilización en el Nuevo Continente que ha traído bienes innumerables, empezando por una libertad desconocida en otras culturas.