La burocracia entorpece el proceso de construcción del nuevo estadio del Inter Miami mientras se acaba el tiempo de Messi

El equipo, propiedad de los hermanos Mas y David Beckham, desean terminar su nueva casa antes de 2025, cuando expira el contrato del astro argentino.

El lunes, 28 de agosto el Inter Miami CF anunció con honores inició oficialmente la construcción de su nuevo estadio: el Miami Freedom Park.

La nueva casa del equipo de Leo Messi, valuada en $350.000.000, estaría terminada y lista para abrir sus puertas en 2025, según el comunicado oficial del club.

El complejo, que será una urbanización de 131 acres con un nuevo estadio de fútbol de 25.000 asientos, contará además con un distrito de ocio y un parque público que será "el más grande de Miami".

En total, todo el proyecto costará unos $1.000 millones.

Según anunció el equipo propiedad de los afamados hermanos Mas y el exfutbolista David Beckham, el complejo está destinado a ofrecer "una gama completa de entretenimiento y ofertas comerciales que incluyen espacio para oficinas, hotel, tiendas, restaurantes y experiencias y atracciones adicionales".

Sin embargo, el proyecto, que luce absolutamente superador, está encontrando un obstáculo en el camino: la burocracia del condado de Miami-Dade.

De acuerdo con un reporte del diario The Wall Street Journal, 2025 no es una fecha al azar, pues es el año en el que finaliza el contrato de Leo Messi con el Inter Miami, por ello la institución quiere terminar su costoso proyecto antes de que termine el vínculo contractual del astro argentino, quien ha revolucionado por completo el mercado futbolístico de los Estados Unidos y está impulsando a su equipo al éxito deportivo apenas semanas después de su debut oficial.

Pero la situación es complicada, según reseñó el WSJ el condado de Miami-Dade está imponiendo diversas trabas burocráticas a la construcción, poniendo en duda el año en el que se terminará la nueva casa del Inter Miami.

¿2025 o 2026?

De acuerdo con el reporte del WSJ, el proyecto ya obtuvo el respaldo de las autoridades locales y se han introducido cambios en la zonificación.

"Sin embargo, según las autoridades del condado de Miami-Dade, aún quedan por resolver algunos problemas logísticos y de aprobación medioambiental antes de que pueda comenzar la construcción del estadio", se lee en la páginas del diario.

Según el reporte, a menos que Messi renueve con Inter Miami, una situación que dependerá mucho de las ganas del jugador de seguir compitiendo con la mirada puesta en la Copa Mundial 2026, el gran proyecto del equipo de los hermanos Mas y Beckham saldría costoso por el hecho de tener que llevar público al complejo sin la presencia de la estrella argentina.

De hecho, algunos expertos en urbanización ven esto factible, pues los tiempos para terminar el complejo para 2025 lucen complicados.

"Howard E. Nelson, abogado de Bilzin Sumberg especializado en derecho medioambiental y urbanismo, considera que al menos tres años es un plazo más realista. Ese plazo retrasaría la fecha de finalización hasta agosto de 2026, mucho más allá de la fecha de vencimiento del contrato de Messi", reseñó el WSJ.

Por ejemplo, uno de los problemas con el proyecto es que el estadio está ubicado en un antiguo campo de golf de propiedad municipal que contiene pesticidas y arsénico, algo habitual en los campos de golf.

"El arsénico es un subproducto de la incineración de residuos sólidos urbanos, que se utilizó como relleno en el solar hace décadas. Cualquier posible exposición a estas sustancias químicas debe eliminarse para cumplir las normas medioambientales exigidas", reza el artículo.

Este escollo podría resolverse para el mes de septiembre, cuando la División de Gestión de Recursos Medioambientales del condado de Miami-Dade envíe un informe a las autoridades para que sea revisado y aprobado.

Pero este no es el único trámite burocrático pendiente. El medio reseña que la ubicación del estadio, próximo al Aeropuerto Internacional de Miami, genera otros problemas para iniciar las obras, entre ellas la altura del estadio que podría afectar el tráfico aéreo.

De hecho, el WSJ reveló que, en un principio, el condado de Miami-Dade planteó la posibilidad de que el estadio fuera demasiado alto para cumplir el código de zonificación del aeropuerto. Por ello, ante las preocupaciones, el proyecto tuvo que reducir su capacidad de localidades, pasando de 40.000 a 25.000.

"El Departamento de Aviación de Miami-Dade, que tiene un proceso de revisión separado, no ha recibido las alturas finales de construcción del promotor, por lo que no ha emitido ninguna aprobación de altura final, dijo un portavoz del departamento", se lee en el reporte.

Sin embargo, en Inter Miami se mantienen optimistas. De hecho, el propio Jorge Mas envió un correo electrónico diciendo que el estado del estudio de tráfico "no es un problema" y que va por buen camino.

La gran incógnita sin duda es: ¿Podrá el Inter Miami aprovechar la "Messimanía" terminando su gran complejo a tiempo? Solo el tiempo nos dará la respuesta.