Transhumanismo: la FDA autoriza los estudios en humanos de implantes cerebrales de Neuralink
El proyecto de Elon Musk supera un nuevo obstáculo pese a las dudas que suscita.
La compañía Neuralink, propiedad del multimillonario Elon Musk, anunció este jueves que recibió la aprobación de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) para hacer estudios clínicos en humanos de sus implantes cerebrales.
A finales del año pasado, Elon Musk había asegurado que Neuralink estaba lista para realizar implantes cerebrales en seres humanos en un plazo de seis meses. En aquel momento, la la FDA mostró su preocupación por el posible sobrecalentamiento del implante (que incluye microcables en el tejido cerebral). Tras superar estas reticencias, el magnate felicitó al equipo de Neuralink por la aprobación de la FDA.
Hasta ahora, los implantes cerebrales se han desarrollado desde el cerebro hacia el exterior (una computadora procesa las señales cerebrales), pero el proyecto de Neuralink aspira a poder trasladar información también en la otra dirección, desde el exterior hacia el cerebro. En este sentido, Neuralink está desarrollando en paralelo dos tipos de implantes, uno para restaurar la visión y otro para restablecer las funciones corporales básicas en personas con parálisis por daños en la médula espinal.
Transhumanismo: críticas al proyecto Neuralink
Según información de Neuralink, se espera que las personas puedan controlar el movimiento de un teclado, mouse o teléfono únicamente con el pensamiento. La compañía destaca las posibilidades médicas de este avance. Sin embargo, no son pocos quienes opinan que esta intromisión en el cerebro de los seres humanos puede tener consecuencias imprevisibles, desde posibles efectos secundarios hasta el temido control mental.
No es la única polémica en la que se ve envuelto el proyecto. La aprobación de la FDA se produce mientras los legisladores instaron a los reguladores a principios de este mes a investigar si la experimentación con animales de Neuralink dio como fruto experimentos apresurados y peligrosos. El pasado mes de diciembre, el Inspector General del Departamento de Agricultura (USDA) estaba investigando, a petición de un fiscal federal, posibles infracciones de la Ley de Bienestar Animal, que regula el trato y los ensayos con determinados tipos de animales.