El papa Francisco seguirá hospitalizado al encontrar los médicos "un cuadro clínico complejo"
Los resultados de las pruebas realizadas al pontífice, hospitalizado desde el pasado viernes, indicaron "una infección polimicrobiana de las vías respiratorias que llevó a una nueva modificación de la terapia", aunque "no hay motivo de alarma", según un comunicado del Vaticano.

El papa se encuentra "de buen humor" a pesar de que su hospitalización se prolongará
El papa Francisco, ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el viernes pasado por una bronquitis, prolongará su estancia en el centro sanitario tras encontrar los médicos que le atienden "un cuadro clínico complejo". El Vaticano informó de que esto no significa que su estado de salud haya empeorado, por lo que "no hay motivo de alarma" y el director de la Oficina de Prensa aseguró que el pontífice "se encontraba de muy buen humor" en la mañana del lunes.
Según el comunicado emitido por la Santa Sede, "los resultados de los exámenes efectuados estos últimos días y hoy mostraron una infección polimicrobiana de las vías respiratorias que llevó a una nueva modificación de la terapia. Todas las pruebas realizadas hasta ahora indican un cuadro clínico complejo que requerirá una hospitalización adecuada".
"De buen humor"
Por ello, la audiencia semanal del miércoles del pontífice argentino, de 88 años, fue cancelada. Al tiempo que se publicaba el boletín médico, el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, aseguró que el papa estaba "de buen humor". Bruni añadió que Francisco "durmió bien, pasó una noche tranquila. Esta mañana desayunó y se dedicó, como siempre, a leer algunos diarios".
Antes de su hospitalización el pasado viernes, la salud del papa ya era foco de especulaciones y corrillos, puesto que se le podía ver débil, con el rostro hinchado y sin aliento, delegando en varias ocasiones durante la semana la lectura de sus discursos u homilías en sus asistentes.
Preocupación por la frágil salud del papa para afrontar el año jubilar
"Las dos últimas semanas, la agenda estaba sobrecargada, estaba debilitado", explicó a AFP una fuente del entorno del jesuita. El domingo, el papa siguió la misa por televisión, sin poder pronunciar su tradicional oración del Ángelus desde el balcón de la plaza San Pedro de Roma. El Vaticano comunicó por la tarde que su estado clínico era "estable".
La hospitalización de Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, relanzó las dudas sobre su frágil salud, especialmente dado que el 2025 es un año jubilar para la Iglesia católica, lo que implica una larga lista de eventos, muchos de ellos presididos por el papa.
A pesar de sus problemas de salud, entre ellos de cadera y dolores en la rodilla que le obligan a ir en silla de ruedas, el papa ha mantenido su cargada agenda y declaró que no tenía intención de bajar el ritmo.