"Un enorme engaño": los republicanos acusan a la Administración Biden-Harris de disfrazar los datos de la crisis fronteriza
Según la Patrulla Fronteriza, en julio de 2024 se habían registrado "56.408 encuentros entre puertos de entrada". Por su parte, el GOP señala que durante el mandato demócrata se produjeron más de 10 millones de cruces ilegales.
"A pesar de la falsa narrativa que intentan proyectar, la crisis fronteriza sin precedentes que el presidente y su zarina de la frontera han creado sigue causando estragos", sostuvo Mark Green, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara, tras conocer los últimos datos de inmigración publicados por la Patrulla Fronteriza y de Aduanas (CBP).
Y es que según el comunicado de prensa que realizó la Patrulla Fronteriza el pasado viernes, menos inmigrantes ilegales han intentado entrar por la frontera sur que en cualquier mes en los últimos cuatro años.
"En julio, la Patrulla Fronteriza registró 56.408 encuentros entre puertos de entrada a lo largo de la frontera suroeste. Este es el total mensual más bajo desde septiembre de 2020".
"Esta Administración está orquestando un enorme engaño, alentando a los extranjeros que de otro modo serían inadmisibles a cruzar por los puertos de entrada en lugar de hacerlo entre ellos, creando así una fachada de mejora óptica para la Administración, pero en realidad imponiendo una carga cada vez mayor a nuestras comunidades", sostuvo Green.
El republicano añadió que los encuentros por mar, tierra y aire aumentaron "exponencialmente" el presente año fiscal, y que "va camino de superar el total del año pasado":
"Incluso si ningún otro extranjero ilegal cruza nuestra frontera suroeste en lo que queda del mandato de Biden-Harris, los millones que ya han permitido entrar en nuestro país han causado un daño que tardará décadas en remediarse. Y para las familias de estadounidenses como Laken Riley, Rachel Morin y Jocelyn Nungaray, ese daño nunca se podrá reparar".
Los republicanos señalan, de hecho, que durante el mandato de Biden y Harris se produjeron más de 10 millones de cruces ilegales. Y que liberaron a más de 1,28 millones de extranjeros dentro del país.
Con un ojo en las encuestas
El comunicado de la CBP no es casual. Se produce justo un mes después de que la Administración Biden-Harris se comprometiese a endurecer su política migratoria, a cinco meses de las elecciones. Con la crisis fronteriza como una de las principales preocupaciones de los votantes, la campaña demócrata espera que las recientes cifras sirvan para mejorar su mal desempeño en las encuestas sobre el tema.
El giro, que habría causado controversia dentro del propio equipo de gobierno, incluye la imposición de un límite al número de migrantes que ingresan a la nación desde este punto fronterizo y el control del número de entradas durante los periodos en los que se producen más intentos de ingresar a los Estados Unidos. Así lo aseguró Troy Miller, comisionado interino de la CBP:
"Nuestras medidas de seguridad fronteriza mejoraron nuestra capacidad de aplicar consecuencias por el ingreso ilegal, lo que llevó al menor número de encuentros a lo largo de la frontera suroeste en más de tres años".
No sólo eso, la agencia gubernamental también intentó poner freno al número de delincuentes que entran al país mediante la frontera sur ya sean narcotraficantes como, especialmente, criminales que se dedican al tráfico humano. Los republicanos, sin embargo, señalan un aumento en el ingreso no sólo de delincuentes sino también de líderes de pandillas. Bandas extranjeras que han ganado terreno en el país en los últimos tres años.
Junto con esto, la CBP intentó limitar el número, cada vez mayor, de drogas que los narcotraficantes intentan ingresar a los Estados Unidos, especialmente de fentanilo, uno de los narcóticos más peligrosos del mundo.
Para ello, informó Miller, colaboraron con otras instituciones internacionales gracias a lo cual se incautó la mayor cantidad de fentanilo que un grupo de narcotraficantes había intentado meter de forma ilegal en el país.
"Estos esfuerzos están dando resultados, ya que la CBP vio la mayor incautación de fentanilo en la historia de nuestra agencia hace apenas unas semanas. Seguimos atentos a estos esfuerzos junto con nuestros socios".
$308 millones, la cifra que los contribuyentes neoyorquinos han pagado por la crisis migratoria
A pesar de que la Administración presume de los nuevos datos, los estadounidenses son cada vez más conscientes del alto precio que deben pagar cada vez que un migrante entra ilegalmente al país.
Un ejemplo de ello son los neoyorquinos. Nueva York es una de las ciudades con mayor número de migrantes por metro cuadrado y los habitantes de la metrópoli sufren las consecuencias de ello a diario.
De esta forma, según aseguró la Administración Adams, los contribuyentes neoyorquinos tuvieron que sufragar un total de 308 millones de dólares por la crisis migratoria que vive la ciudad en el último mes y medio. Esto provocó que, en total, en 2024, los habitantes de la Gran Manzana hayan destinado a abordar los problemas con la inmigración ilegal en la zona un total de 5.500 millones de dólares.
Una cifra que, una vez más, demuestra que uno de los principales problemas que tiene que solventar la Administración Adams es el de la crisis fronteriza, según aseguró en su informe el controlador estatal Tom DiNapoli:
"La ciudad sigue soportando la mayor parte de la carga del importante coste que supone ayudar a los solicitantes de asilo".
Afortunadamente, explicó DiNapoli, la ciudad ha podido subsistir gracias al turismo que decide visitar la Gran Manzana. Eso junto a la fuerte recaudación de impuestos provenientes de las empresas que operan en la región habían permitido a Nueva York poder mantener el tesoro de la ciudad después de la pandemia:
"Los ingresos más altos de lo esperado en los últimos años han sido un factor clave para permitir que la ciudad financie partidas presupuestarias y nuevos programas… incluido el costo significativo de gestionar el flujo de solicitantes de asilo".
Sin embargo, estos factores pronto podrían dejar de ser suficiente para alimentar las arcas de la ciudad que aún se enfrentan a un gran problema migratorio.
Una crisis que, recuerda el New York Post, en el último mes destinó $112 millones en vivienda y refugio, $137 millones en servicios sociales y suministros, $29 millones en costos administrativos, $23 millones en alimentos y $7 millones en atención médica de sus fondos únicamente a sufragar los costes de los inmigrantes ilegales.