El peligro detrás de las oficinas vacías en Manhattan
El problema comenzó a agravarse después de la pandemia del Covid-19 y amenaza la economía de la Gran Manzana.
La Ciudad de Nueva York está enfrentado una problemática que parecía olvidada, pero que regresó con fuerza después de la pandemia del Covid-19: la cantidad de oficinas vacías. Según informó Colliers, reconocida firma de bienes raíces, el espacio laboral vacío para alquilar en Manhattan llegó a su máximo histórico durante los cuatro primeros meses del 2023, afectado la economía de la zona y a la ciudad en general.
La revista New York Magazine decidió ilustrar esta situación en una llamativa portada, que estará vigente hasta el 30 de julio. Según el periodista Andrew Rice, autor del artículo principal, "los edificios de oficinas de Manhattan están peligrosamente vacías y aplastadas por las deudas, y sus propietarios no dan abasto".
La historia está centrada en Scott Rechler, un importante inversionista que gastó $4.5 mil millones en adquisiciones de oficinas en Manhattan en los últimos años y que no sabe qué hacer con tanto espacio. Mediante su historia, Rice analiza el mercado inmobiliaria actual en la Gran Manzana.
Según encontró, por lo general, cuanto más alta sea la torre, más cantidad de espacio libre tendrá en consecuencia. Por ejemplo, construcciones edificadas en 60 Wall St, 1 Liberty Plz y 55 Water St, poseen individualmente más de 800.000 pies cuadrados disponibles. En total, el espacio disponible asciende a los 52 millones de pies cuadrados, el equivalente mismo a más de 40 rascacielos del tamaño del Edificio Chrysler (muy alto).
Además de ser un dolor de cabeza para los propietarios, el periodista explicó el riesgo que genera para la economía en general. "Desde la perspectiva del propietario, el motivo apenas importa: el espacio es el espacio, y hay que alquilarlo. Si a esto añadimos las fuertes subidas de los tipos de interés, que hacen que la refinanciación de una gran hipoteca comercial sea una propuesta potencialmente ruinosa, tenemos una crisis que amenaza no sólo la solvencia de los edificios de oficinas, sino también la de los préstamos vinculados a ellos y la de los bancos que los mantienen y, por extensión, la de toda la economía", redactó.
De acuerdo con Rechler, existe algo llamado Proyecto Kodak, el cual clasifica los edificios que vale la pena salvar por distintos motivos, ya sea por belleza o valor histórico.
Otro que aparece en el relato es Jeffrey Gural, un inversionista que vaticina una época de reorganización del espacio. “Si tienes un edificio que está medio vacío y un préstamo por vencer, lo más probable es que le devuelvas las llaves al banco”, le confesó a Rice.
El riesgo económico detrás del espacio vacío en Manhattan
De acuerdo con un estudio de The New York Times, aproximadamente 1,5 millones de trabajadores inundaban Manhattan antes de la pandemia, de más está decir, moviendo la economía con una constancia impresionante. El dinero se gastaba en comida, espectáculos y tiendas de la Gran Manzana hasta estados linderos como Nueva Jersey o Connecticut.
Como agravante, los empleados privados de las oficinas en Nueva York ganan aproximadamente el doble en salario medio anual que el resto de sus compatriotas, lo que los hacía todavía más importantes para el sano desarrollo de la economía local.
"Todo ese ecosistema se vino abajo durante los primeros meses de la pandemia, cuando los oficinistas pasaron a trabajar a distancia. Tres años después, la recuperación ha sido lenta, ya que el trabajo a distancia sigue siendo popular, lo que hace que las empresas reduzcan sus oficinas. Esa retirada ha provocado las elevadas tasas de vacantes", indicaron.