El Gobierno declara el Tranq una "amenaza emergente" para la nación
Es la primera vez que una administración designa así a una droga. Esta medida permite la adjudicación de fondos públicos para luchar contra su consumo.
El director de la Política Nacional de Control de Drogas, Rahul Gupta, anunció este miércoles la designación del Tranq -fentanilo mezclado con xilacina- como una amenaza emergente oficial para la nación.
Esta designación supone la primera vez que una administración le da este calificativo de "amenaza emergente" a una sustancia ilícita. La medida hará posible la obtención fondos para luchar contra el uso de esta droga:
La xilacina, cada vez más común en todo el país
Según Gupta, el consumo inadecuado de la xilacina está "creciendo entre los jóvenes de todo el país". En 1972, el uso del medicamento fue autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) como sedante veterinario (sólo para animales). En seres humanos puede ralentizar el ritmo cardíaco y provocar infecciones que lleguen a la amputación de las extremidades.
Uno de los factores más peligrosos de la droga es que al no ser un opioide el medicamento para revertir la sobredosis (naxalona), no funciona.
Entre 2020 y 2021, la Administración de Control de Drogas (DEA) indicó que la detección de xilacina mezclada con otras drogas aumentó casi un 200% en el sur del país y más del 100% en el oeste. Por otro lado, las muertes por sobredosis con el sedante animal se incrementaron un 1.127% en el sur, un 750% en el oeste, más de un 500% en el medio oeste y más de un 100% en el noreste. Gupta señaló:
The Growing Threat of Xylazine and Its Mixture With Illicit Drugs.
Un plan de acción contra la xilacina
La declaración en sí misma no viene con una designación de fondos. No obstante, sí obliga al Gobierno a presentar un plan de acción al Congreso en un plazo de tres meses. Esta estrategia debe incluir el desarrollo de un antídoto, más pruebas para detectar la droga, investigar cómo se introduce en el mercado ilegal y estudiar si debe ser clasificada como una sustancia controlada.
Gupta indicó que su oficina pidió 11 millones de dólares de su presupuesto al Congreso para desarrollar una estrategia que evite el aumento del consumo de esta droga: