Un ex Navy Seal utilizado como propaganda trans carga contra la industria de cambio de sexo
Chris Beck, que fue promocionado por la CNN y medios afines como reclamo, vuelve a ser hombre y denuncia: "He destruido mi vida".
Tras 10 años como mujer trans, el ex Navy Seal Chris Beck vuelve a ser un hombre. Tras su experiencia, "que destruyó su vida", Beck pretende "despertar a América" sobre la realidad detrás de la industria del cambio de sexo, la facilidad con la que se fomenta, la presión, las mentiras, especialmente cuando se trata a menores. En este sentido, denunció los tratamientos hormonales que se están administrando a los niños.
"Tan pronto como [los niños] entran y dicen: 'Soy marimacho' o 'Esto me hace sentir cómodo', y luego un psicólogo dice: 'Oh, eres transgénero'. Y al día siguiente te administran hormonas, las mismas que se utilizan para la castración médica de los pedófilos. Ahora se las dan a niños sanos de 13 años", señaló Beck en una conversación con Robby Starbuck, para volver a contar su experiencia de nuevo, 10 años después.
Niños sanos con hormonas utilizadas para castrar a pedófilos
El "de nuevo" es porque este veterano Navy Seal, con más de 50 condecoraciones en sus 20 años de servicio, fue "utilizado"-según sus palabras- por la CNN y su presentador Anderson Cooper como referente para normalizar el cambio de sexo. Beck, que entonces dijo ser Kristin, aseguró sentirse mujer, pero lo mantenía "embotellado". "Es una constante. Pero a medida que lo reprimes y lo embotellas, no es así en la superficie. Así que podría volver a ponerlo en diferentes capas. Nunca lo notarías", explicaba.
Ahora, Beck denuncia que "me usaron como propaganda. Me utilizaron mal un montón de gente que tenía conocimientos muy superiores a los míos. Sabían lo que hacían. Yo no", dijo. el ex Navy Seal reconoció que era "muy ingenuo" cuando participó en la entrevista con Cooper y lamentó que se habían "aprovechado de mí". A pesar de todo, Beck asume "toda la responsabilidad" y está dispuesto a volver a acudir a los medios " tratando de corregir eso".
"Me lo hice a mí mismo, pero tuve ayuda"
Para Beck, el cambio de sexo "destruyó mi vida. Yo destruí mi vida. No soy una víctima. Me lo hice a mí mismo, pero tuve ayuda". Esta ayuda comenzó con Veterans Affairs. En menos de una hora le ofrecieron las hormonas para comenzar su transición.
El problema real, para este veterano es "una industria de mil millones de dólares entre psicólogos, entre cirugías, entre hormonas, entre productos químicos, entre tratamientos de seguimiento. Hay miles de clínicas de género por todo el país. Y cada una de esas clínicas de género va a ingresar probablemente más de 50 millones de dólares".