El católico Biden es el presidente que ha perseguido con más ahínco a los cristianos desde las instituciones

Un presidente católico es el responsable de orquestar la mayor persecución de cristianos desde las instituciones de los últimos años en EEUU. Por paradójico que suene, es exactamente lo que la Administración Biden ha hecho durante los tres años y medio de mandato que lleva. Hasta 55 personas han sido procesadas y afrontan penas más duras en virtud de la FACE Act, una de cada cuatro de las 211 que lo han sido en los 30 años que la norma lleva en vigor. El 97% de los acusados, además, han sido activistas provida.

El representante republicano por Texas Chip Roy, cuya oficina recopiló los datos oficiales del Departamento de Justicia, analizó con contundencia los resultados de su estudio: "El DOJ publica datos que confirman que la administración Biden/Harris está armando la Ley FACE contra los provida"

Uno de cada cuatro procesados por la FACE Act lo ha sido con Biden en el poder

Según los datos publicados por The Dailly Caller, desde su entrada en vigor en 1994, una de cada cuatro personas procesadas por esta norma lo ha sido durante los últimos tres años y medio. Además, con un importante aumento desde la filtración de la sentencia del Tribunal Supremo Dobbs vs. Jackson. 

A pesar de que la ley también protege a los centros de ayuda para madres que se plantean abortar y lugares de rezo, apenas se ha procesado a seis activistas proaborto durante estos 30 años, a pesar de que sólo entre 2022 y marzo de 2024 la organización Catholic Vote registró 90 ataques ataques contra centros provida. Muchos de ellos reivindicados incluso por organizaciones de terroristas domésticos.

Por si fuera poco, la Administración Biden ha comenzado a utilizar una novedosa interpretación de un estatuto de 1870 para endurecer las condenas contra pacíficos manifestantes en contra del aborto. Hasta ahora, y durante el mandato de otros presidentes, personas que llegaron a amenazar con hacer daño o incluso matar a un empleado de una clínica se enfrentaron a penas menos severas que los activistas que ahora se limitan a rezar frente a una clínica.

En estos momentos, la mayoría de los activistas procesados en virtud de la FACE Act se enfrentan a penas de prisión. El último ejemplo, la semana pasada, Bevelyn Beatty Williams, de 33 años y madre de una niña de 2 años, fue condenada a tres años y meses de prisión. Williams aún debe afrontar un cargo adicional de violación de la FACE ACT por la fuerza, que conlleva penas de hasta 10 años. En enero, seis activistas fueron declarados culpables y afrontan penas de más de 10 años y multas de 260.000 dólares por rezar frente a clínicas abortistas. 

Discriminación contra los cristianos y provida

Los movimientos provida han lamentado estas cifras, que confirman las denuncias que han presentado contra el DOJ desde la llegada de Biden a la Casa Blanca. Por ejemplo, la Sociedad Tomás Moro, que defiende en los tribunales a activistas provida, señaló tras conocer estos datos que "esto confirma lo que hemos supuesto durante mucho tiempo y visto de primera mano dentro de la sala del tribunal. No vamos a retroceder y seguiremos luchando por los presos de conciencia provida que han sido injustamente perseguidos y encerrados por el DOJ de Biden a través de su armamento de FACE".

También SBA Pro-Life America denunció la discriminación a la que son sometidos por la Administración Biden: "Desde 2022, los centros de embarazo y las organizaciones provida han sufrido decenas de ataques proabortistas, pero el Departamento de Justicia sólo ha procesado a 5 personas por tales delitos. Mientras tanto, bajo la novedosa interpretación de la administración Biden-Harris de un estatuto de 1870, los pro-vida se han enfrentado a sentencias mucho más duras por rezar pacíficamente".

Garland y Wray niegan la evidente persecución anticristiana

Tanto Merrick Garland, fiscal general de EEUU como el director del FBI, Christopher Wray, negaron en sus comparecencias ante la Cámara de Representantes que exista una persecución a los cristianos desde el Ejecutivo, a pesar de que las formas -como las detenciones como si fueran terroristas de dos conocidos activistas frente a sus niños en contraste con los actos violentos de activistas BLM que no fueron ni siquiera detenidos- y ahora los datos, los desmienten.