Legisladores de Wyoming proponen una ley que elimine los vehículos eléctricos para 2035

Un grupo de legisladores republicanos de Wyoming propusieron un proyecto de ley que eliminaría de forma progresiva la venta de vehículos eléctricos, con la intención de proteger la economía del estado que se basa en gran medida en la producción de gas y petróleo.

El proyecto impulsado por el senador republicano Jim Anderson resalta lo valiosas que han sido las industrias de petróleo y gas para Wyoming, no solo por la forma en la que ha contribuido con la economía del estado, sino también por los importantes aportes de empleo que se han generado.

De hecho, los legisladores que apoyan la propuesta señalaron que están preocupados por la enorme posibilidad de que el desempleo aumente, si se disminuye la producción de combustibles fósiles, lo cual ocurriría si se lleva a cabo el plan del presidente Joe Biden de que los vehículos eléctricos sean los que dominen las carreteras del país en el futuro.

Asimismo, comentaron los grandes esfuerzos que se tendrían que realizar para instalar suficientes estaciones de carga a lo largo de las carreteras, además de los constantes suministros de electricidad para garantizar un buen servicio.

“Estamos contrarrestando lo que California y Oregón han comenzado al detener las ventas de nuevos vehículos derivados del petróleo”, expresó Anderson.

Por último, pero no menos importante, los legisladores resaltaron el riesgo que representan los minerales que se utilizan en las baterías de vehículos eléctricos y que además son difíciles de reciclar o desechar.

“La eliminación gradual de la venta de nuevos vehículos eléctricos en Wyoming para 2035 garantizará la estabilidad de la industria del petróleo y del gas de Wyoming y ayudará a preservar los minerales críticos del país para fines vitales”, indica el proyecto.

Otros estados se oponen

Un reciente reporte de Wall Steet Journal resaltó que hay varios estados que se oponen a la intención de Joe Biden de que los autos eléctricos dominen el mercado por varias razones: el frío reduce la autonomía de este tipo de vehículos, lo propensos que son a fallos de funcionamiento, sin olvidar lo complicado que resultaría el mantenimiento de las estaciones de carga.