Joe Biden pone fin a su gira por Oriente Medio
El precio del petróleo, Irán y el conflicto israelo-palestino han sido las cuestiones más importantes.
El presidente Biden regresa haciendo un balance muy positivo de su gira por Oriente Medio. La principal misión de este viaje era reforzar los lazos con los socios de EEUU en la región. La seguridad y la defensa han sido dos de los puntos más tratados, especialmente importantes por los conflictos que se viven en la zona.
Se trataba de la primera visita de Biden a la región desde que llegó al poder, en 2021. Una de las citas más esperadas, puesto que es habitual en los mandatarios estadounidenses que tengan este viaje entre los primeros de su agenda.
Israel, primera parada de la visita de Joe Biden
En primer lugar, Biden quiso visitar Israel, como declaración de intenciones. La alianza entre ambos países es una de las más estables en la zona. Tal y como hicieran otros presidentes de EEUU, Biden homenajeó a las víctimas del Holocausto en Yad Vashem, en uno de sus primeros actos oficiales en suelo israelí. Tuvo tiempo de conversar con los mandatarios israelíes Yair Lapid (primer ministro) e Isaac Herzog (presidente) y ahondar en su labor diplomática. Precisamente allí aseguró que iba a trabajar con los saudíes el restablecimiento de las comunicaciones por vía aérea (para levantar la prohibición impuesta por Arabia), así como aliviar las tensiones en el Mar Rojo.
También quiso reafirmar que ve la famosa solución de los dos Estados al conflicto israelo-palestino como la única vía posible a la resolución de las tensiones en la zona: "La mejor opción para garantizar libertad, prosperidad y democracia a israelíes y palestinos". Sin embargo, considera que aún no vivimos en el clima propicio para ello.
Otro de los puntos clave fue la visita a la parte oriental de Jerusalén, punto de conflicto entre Israel y la Autoridad Palestina (AP). Allí visitó un hospital palestino. Además, se reunió con Mahmud Abás en Belén. El presidente de la AP quiso arrancar un compromiso a Biden de apoyo a su causa.
Sin embargo, Biden solo quiso aportar ayuda económica con el fin de fortalecer a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Biden ha prometido una ayuda de 316 millones de dólares para la población más vulnerable.
Las conversaciones de paz están interrumpidas desde 2014, y esta visita oficial de Biden a Oriente Medio no parece que vaya a servir por sí sola a reanudarlas.
El suministro de petróleo de Arabia Saudí
Biden llegó a Arabia Saudí en busca de alternativas al petróleo ruso. Allí fue recibido por el príncipe heredero y gobernante de facto, Mohamed ben Salman, con el que se saludó chocando el puño (no se han estrechado la mano). Este saludo, que se popularizó en la pandemia, ha sido el elegido para evitar una foto que incomode a los críticos con esta cita. Biden ha señalado que quería poner fin al incremento en los precios de los hidrocarburos que mantienen en jaque a la población mundial. Como gesto de buena voluntad, Riad dijo que levantaba la prohibición de que los aviones israelíes ingresen a su espacio aéreo.
Además, Biden añadió que iba a abordar temas espinosos, como la libertad de expresión. El presidente de EEUU sostiene que, en las tres horas que duró la reunión, enfrentó Ben Salman por el asesinato del periodista Yamal Jashogui. Tras la reunión, comentó a la prensa que el príncipe aseguró que “personalmente él no era responsable de ello y que ya había tomado medidas contra los responsables”.
El secretismo en Arabia Saudí es tal que no se ha precisado qué temas se abordaron en la cumbre bilateral.
Biden elogia el papel del presidente de Egipto
Pese a que Biden no se ha desplazado a Egipto, sí quiso mantener una reunión con su presidente, Abdelfatah el Sisi, en la localidad saudí de Yeda. Con él habló del conflicto palestino-israelí y el papel que desempeña El Cairo en la reactivación de las conversaciones de paz.
Esta reunión se ha completado con un encuentro más amplio con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa a buena parte de los países árabes del Golfo Pérsico.
Cumbre de Seguridad y Desarrollo de Yeda
El CCG) está formado por Baréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irak y Jordania. Biden tuvo con sus líderes una intensa reunión, en la que se comprometió con la seguridad y la defensa territorial de los socios de EEUU. El papel desestabilizador de Irán en la región es el punto de unión de estos países, que ven en EEUU un aliado fundamental.