El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, ha presentado su dimisión. Tras su salida del país, primero a Maldivas, y desde su actual refugio en Singapur, su dimisión es fruto de las intensas protestas que atraviesa la nación. Desde finales de marzo, miles de ciudadanos comenzaron a salir a la calle para protestar por la crisis económica.

La dimisión fue expresada mediante un correo electrónico al presidente del Parlamento; transmitida al fiscal general del país, y finalmente autentificada. "El presidente ha renunciado y dejado legalmente vacante su cargo el 14 de julio de 2022", ha anunciado a la prensa el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardene.

De esta forma Rajapaksa se convierte en el primer presidente de Sri Lanka en renunciar a su cargo desde que se adoptó el sistema presidencial de gobierno, en 1978. Para su sucesión el nuevo presidente será elegido en los siete días posteriores a la renuncia.

Se especula que buscó salir al extranjero antes de renunciar para evitar ser detenido. Como presidente, goza de inmunidad, y según fuentes de seguridad, se quedará en Singapur durante algún tiempo, antes de irse a Emiratos Árabes Unidos.

Protestas y tensión en el país desde Marzo

Sri Lanka, tras meses de protestas por la situación económica, sufre escasez de productos esenciales por la falta de divisas para las importaciones y los manifestantes consideran que la crisis se debe a una mala gestión de Rajapaksa.

Según la ONU, la nación se enfrenta a una casi crisis humanitaria, sin alimentos, medicinas, combustible, y cortes de electricidad que viven día a día la mayoría de los 22 millones de habitantes.

"Sri Lanka enfrenta su peor crisis económica desde la independencia en 1948. Nos preocupa que esto pueda convertirse en una emergencia humanitaria en toda regla", aseguró Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Una de las escenas más impactantes, es cuando los manifestantes invadieron la residencia oficial del presidente y posteriormente tomaron el despacho del primer ministro. El complejo fue abierto al público y miles de personas visitaron el edificio desde la huida del mandatario.

Incertidumbre y tensa calma en sus calles

Aunque abunda la incertidumbre en los ciudadanos, la noticia de la renuncia desde el exterior de Rajapaksa se recibió con alegría en las calles, donde los manifestantes están a la espera por ver quien será su sucesor.

Cientos de personas han comenzado a abandonar los edificios gubernamentales que habían tomado desde el lunes como un gesto de buena voluntad pacífica.