¿Cómo arma Hamás el relato que compra la prensa internacional?
Noticias falsas, datos incompletos sobre muertos, un número llamativamente reducido de terroristas que mueren en combate, registros que se modifican sin explicaciones y fuentes dudosas. Así es la narrativa del grupo islamista que los medios de comunicación difunden.
La guerra en Gaza, así como cualquier otro conflicto bélico moderno, no se libra solo en el campo de batalla, sino también en la prensa. Por un lado, está Israel, la única democracia del Medio Oriente, donde además de los datos oficiales proporcionados por las autoridades, pueden trabajar con libertad diversos medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales para informar sobre lo que está aconteciendo allí. Del otro lado está Hamás, la organización terrorista y autoritaria que gobierna en Gaza donde no hay libertad de expresión y toda la información que sale desde la Franja es suministrada por el grupo islamista.
En pocas palabras; de un lado están todas las lupas del mundo puestas, incluso las israelíes, ya que el Gobierno debe rendir cuentas permanentemente en un país donde rige una democracia con división de poderes; y del otro lado está el relato de Hamás y solo el relato de Hamás.
Los datos sobre la guerra que salen desde Gaza son administrados oficialmente por el Ministerio de Salud de la Franja, dirigido por Hamás, y toda la información que brinda el grupo terrorista es publicada por la prensa internacional. Sin embargo, las autoridades sanitarias señalaron el 6 de abril que tenían “datos incompletos” sobre 11.371 de las 33.091 muertes que afirmó haber documentado.
El ministerio explicó en un informe que considera que un registro individual está incompleto cuando falta el número de identidad, el nombre completo, la fecha de nacimiento o la fecha de defunción, ergo cuando no está la información fundamental de la persona en cuestión.
El Ministerio de Salud además publicó un informe el 3 de abril que reconocía la presencia de datos incompletos pero no definía a qué se refería con “incompletos”. En ese informe, el ministerio admitió que faltaba información clave en 12.263 registros. No obstante, tres días después, ese número se redujo a 11.371, aunque las autoridades sanitarias no explicaron de qué manera sucedió esta significativa disminución.
Otro asunto importante a tener en cuenta es cómo obtiene la información el Ministerio de Salud dirigido por Hamás. De hecho, antes de admitir el asunto relacionado con los datos incompletos, las autoridades sanitarias de la Franja sostuvieron que más de 15.000 registros de muertes procedían de “fuentes de medios confiables”. Sin embargo, el ministerio no aclaró a qué fuentes se refería, un hecho que no es menor, especialmente teniendo en cuenta que en Gaza no hay medios de comunicación independientes.
De acuerdo con David Adesnik, alto miembro y director de investigación de la Foundation for Defense por Democracies (FDD), “los cambios repentinos en los métodos de presentación de informes del ministerio sugieren que está luchando para evitar que se destaque su trabajo de mala calidad”.
Adesnik criticó además la forma en que la prensa de Estados Unidos ha difundido la información proporcionada por Hamás. “Durante meses, los medios estadounidenses han dado por sentado que la cifra máxima de víctimas [brindada por el] ministerio era lo suficientemente confiable como para incluirla en las actualizaciones diarias sobre la guerra. Incluso el presidente Biden ha citado sus cifras. Ahora estamos viendo que un tercio o más de los datos del ministerio pueden ser, en el mejor de los casos, incompletos y, en el peor, ficticios”, sostuvo.
Otro punto importante a tener en cuenta respecto de la información proporcionada por el Ministerio de Salud de Gaza, está vinculado a la aparente omisión de datos relacionados con la cantidad de terroristas palestinos que murieron en combate. Joe Truzman, analista de investigación senior del sitio de noticias Long War Journal, de la FDD, manifestó que “es importante reconocer que Hamás está profundamente comprometido en dar forma a la narrativa que surge de Gaza, particularmente en lo que respecta al número de víctimas en la guerra”. Y añadió que “este control de los datos se extiende más allá de las estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Salud controlado por Hamás, ya que también hay un esfuerzo deliberado por restar importancia al número de terroristas que han sido asesinados por Israel en la guerra, que potencialmente ascienden a más de 10.000”.
Noticias falsas, la estrategia de Hamás para crear su propia narrativa
Una de las noticias falsas más grotescas de Hamás fue difundida por el grupo terrorista en los primeros días de la guerra, cuando el 16 de octubre, el Ministerio de Salud de Gaza manifestó a los medios de comunicación del mundo que 500 palestinos habían muerto en un ataque aéreo israelí en el hospital Al Ahli, en el norte de la Franja. La prensa internacional se apresuró a publicar la noticia tomando los datos proporcionados por el grupo terrorista como ciertos, a pesar de que no había ninguna evidencia al respecto. De hecho, a las pocas horas se probó que en realidad el hecho había ocurrido por la caída de un cohete lanzado por el grupo terrorista Yihad Islámica en el estacionamiento del hospital, y que según un informe de la inteligencia estadounidense causó entre 100 y 300 muertes.
Es importante resaltar además que las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que el 12% de los cohetes (alrededor de 1.000), lanzados por los terroristas hacia el Estado judío durante el primer mes de la guerra, cayeron en la Franja.
Israel asumió la responsabilidad de sus errores e investigó
En contraste con Hamás, las FDI reconocieron inmediatamente los errores cometidos durante la guerra, pidieron las disculpas correspondientes, investigaron y tomaron contundentes medidas en un intento para evitar que vuelvan a ocurrir en el futuro.
Uno de los casos más resonantes sucedió a principios de abril, cuando siete trabajadores humanitarios murieron luego de que las FDI bombardearan por error a vehículos de la ONG World Central Kitchen (WCK), encargada de repartir comida en zonas de desastre naturales o de conflicto armado. De acuerdo con la investigación, el trágico hecho se produjo a raíz de un error de identificación por parte de las fuerzas israelíes. “La investigación concluyó que las fuerzas identificaron a un hombre armado en uno de los camiones de ayuda, y luego se identificó a otro. Después de que los vehículos abandonaron el depósito donde se había descargado la asistencia, uno de los comandantes supuso erróneamente que los hombres armados estaban ubicados dentro de los vehículos (...) y que se trataba de terroristas de Hamás”, sostuvo el Ejército.
Las FDI aseguraron que los ataques contra los tres vehículos constituyeron una “grave violación de las órdenes y los procedimientos operativos estándar”, razón por la cual decidieron remover “al comandante de apoyo de fuego de la brigada -un oficial con rango de mayor- y al jefe de la brigada -un coronel reservista- además de amonestar a los comandantes tanto de la brigada como de la 162.ª división, que opera en el centro de Gaza”.
El Ejército israelí también expresó su “profundo dolor por la pérdida”. Y añadió: “Enviamos nuestras condolencias a las familias y a la organización WCK. Consideramos de suma importancia la vital actividad humanitaria de las organizaciones internacionales de asistencia y continuaremos trabajando para coordinar y ayudar a sus actividades, garantizando al mismo tiempo su seguridad y salvaguardando sus vidas”.
Otro grave error cometido por las FDI se produjo a mediados de diciembre, cuando soldados israelíes mataron a tres rehenes que se encontraban retenidos por Hamás en Gaza al confundirlos con terroristas palestinos. El Ejército realizó la investigación correspondiente, tomó medidas y envió sus condolencias a las familias.
Al Jazeera colabora en la campaña de desinformación de Hamás
A finales de marzo, la cadena de noticias catarí Al Jazeera decidió retractarse y eliminar una serie de contenidos que acusaban a las Fuerzas de Defensa de Israel de cometer abusos sexuales en el hospital de Al Shifa, en Gaza.
La polémica alcanzó una gran difusión después de que Al Jazeera publicara el testimonio de una mujer que aseguró haber sido testigo de violaciones a mujeres palestinas en el interior del hospital gazatí.
El medio catarí eliminó poco después la publicación sin añadir muchos más detalles. El reporte fue sin embargo recogido por muchos otros medios. En su testimonio, la mujer palestina aseguró que los soldados de las FDI echaron los cuerpos de mujeres mutiladas a sus perros, entre otras descripciones cruentas de violencia.
Un exdirectivo de la cadena realizó algunas aclaraciones a través de una publicación en redes sociales. Abu Hilalah, que fue parte de la cúpula del medio estatal catarí, aseguró que la historia publicada por Al Jazeera no era veraz. Sin citar fuentes, el directivo añadió que la mujer que dio su testimonio acabó confesando que la historia no era verídica.
Esta noticia falsa derivó, llamativamente, en que varios medios de comunicación e influencers propalestinos, como Sulaiman Ahmed, que dicen dudar de las violaciones a mujeres por parte de terroristas de Hamás durante la masacre del 7 de octubre, creyeran inmediatamente esta falsa historia, la cual difundieron sin titubeos como si fuera real.
Al Jazeera también se ha hecho eco de otras noticias falsas, como el bombardeo a una iglesia ortodoxa en Gaza y el asesinato de dos mujeres cristianas en una iglesia católica en la Franja por parte de francotiradores israelíes. Dos informaciones que fueron difundidas sin ningún tipo de evidencia y que ya fueron desmentidas por el Ejército israelí y diversos medios de comunicación masivos.
La cadena de noticias árabe también ha estado en la mira debido a que muchos de sus empleados han sido acusados de participar en actividades terroristas contra Israel. Uno de los casos más resonantes fue el del reportero Hamza al-Dahdouh y el camarógrafo Mustafa Thuraya, que murieron en un ataque aéreo israelí contra el vehículo en el que ambos viajaban de Jan Yunis a Rafah. Como era de esperar, el canal árabe condenó la ofensiva. Hamás, por su parte, anunció la muerte de Dahdouh y añadió su nombre a una lista de periodistas supuestamente asesinados en la guerra. Sin embargo, las FDI manifestaron días después que el vehículo fue bombardeado porque ambos reporteros estaban operando un dron que representaba una amenaza para los soldados israelíes cerca de Rafah. Luego, el Ejército del Estado judío añadió que Dahdouh era un agente de la Unidad de Ingeniería Electrónica y un funcionario regional de la Unidad de Cohetes de la Yihad Islámica Palestina. Al Jazeera rechazó la acusación israelí y condenó “los intentos (...) de justificar el asesinato del colega Hamza Wael Al-Dahdouh y otros periodistas”.
Las FDI indicaron que el otro reportero que murió en la ofensiva, el camarógrafo Mustafa Thuraya, era quien operaba el dron y quien aparecía en una lista de terroristas que luchaban para el Batallón Al-Qadisiya de Hamás.