Brasil recibe dos buques de guerra iraníes: "Una amenaza directa a la seguridad de los estadounidenses"
Se trata de barcos ya sancionados por la Administración. Varios congresistas republicanos piden a Joe Biden aplicar las leyes antiterroristas.
Dos buques de guerra iraníes que atracaron en Río de Janeiro (Brasil) avivaron el clima de tensión entre EEUU y el Gobierno brasileño del presidente Lula Da Silva.
Makran y Dena son los nombres de los enormes barcos de guerra a los que el Gobierno de Lula les concedió el permiso de llegar y mantenerse en el puerto de Río, pese a las presiones de EEUU para prohibirlo.
Son varios los funcionarios republicanos que advirtieron sobre el peligro que representa la "presencia de Irán en el hemisferio occidental" y alertan que los navíos son "una amenaza directa a la seguridad de los estadounidenses".
Los republicanos le piden a Biden que actúe
En una declaración oficial, el senador Ted Cruz indicó que los buques ya están sancionados por EEUU y afirmó que la Administración Biden está obligada a también sancionar a todas las personas y empresas que hayan estado involucradas con el suceso. Alegó que las leyes antiterroristas estadounidenses existen para responder a este tipo de "amenazas" y que su aplicación no es opcional:
Cruz culpó directamente a Joe Biden por no transmitir correctamente las consecuencias que conllevaría el atraco de los buques en Brasil. Argumentó que el presidente llamó a Lula "su amigo" y criticó que desde la Casa Blanca se recibiera con "honor" a "un chavista alineado contra los Estados Unidos", refiriéndose a Da Silva:
El senador Marco Rubio también fue uno de los republicanos que expresó su preocupación y alarma por "la creciente presencia de Irán en el hemisferio occidental". Y criticó a la Administración Biden por tener "un historial de apaciguamiento y compromiso con los regímenes autoritarios". Además, señaló que la llegada de los buques debe ser una "una señal de advertencia, especialmente porque pretende apoyar a los regímenes marxistas de izquierdas que socavarán la paz y la estabilidad en toda la región".
El crucial viaje de Lula a Washington
A principios de febrero, la Agencia Oficial de Noticias de Teherán (IRNA) informó de que Brasil no había aceptado la petición de Irán para la entrada de los barcos en su país. Y a pesar de no haber razones, ni explicaciones públicas aparentes, es después del viaje de Lula a Washington cuando ambos navíos recibieron la aprobación de la Marina brasileña para atracar en el puerto de Río.
Según el Gobierno iraní, la visita de los barcos a Brasil se enmarca en su política de cooperación "con países amigos" y en su búsqueda de impulsar la seguridad de las rutas de comercio marítimo. Los navíos permanecerán en aguas brasileñas del 26 de febrero al 4 de marzo y la autorización les permite a repostar, abastecerse con provisiones y el desembarque de la tripulación.
La embajadora de Estados Unidos en Brasil, Elizabeth Bagley, instó al Gobierno de ese país a no permitir el atraque de los buques. Desde el Departamento de Estado se alertó de "los intentos iraníes de ganar una presencia militar en el mundo occidental". Y el Departamento del Tesoro sancionó a los barcos el pasado 3 de febrero cuando fueron identificados como propiedad del Gobierno de Irán.
Los buques dan "un mensaje de paz y solidaridad"
Desde fines de septiembre de 2022, los buques de guerra iraníes se encuentran navegando por aguas de todo el mundo con el pretexto de dar "un mensaje de paz y solidaridad" y al mismo tiempo demostrar "el creciente poder militar y naval de la República Islámica de Irán", según la IRNA.
El Makran es el buque más grande de la armada de Irán y es un petrolero convertido en buque logístico de uso militar. El Dena es un destructor fabricado en Irán, armado con misiles, torpedos y cañones, que entró en servicio en 2021.
En las próximas semanas se espera que los buques se dirijan al canal de Panamá. Si finalmente cumplen su rumbo, lo harán en medio de otro conflicto diplomático. Puesto que, a mediados de enero, la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) retiró su bandera a más de 130 barcos vinculados a la empresa estatal iraní National Iranian Oil Company (NIOC). Esta decisión se dio debido a sospechas de que estos buques pudieran estar vinculados al financiamiento de grupos terroristas.