ANÁLISIS
El presidente español Pedro Sánchez se reúne con el dictador Xi pese a las advertencias de EEUU
Los socialistas españoles están posicionándose como cabeza de puente de un nuevo orden económico acercando a la Unión Europea al gigante asiático en medio de las tensiones comerciales con la Administración Trump.

El presidente español, Pedro Sánchez, sigue las indicaciones de Xi Jinping
En plena escalada de las tensiones comerciales entre EEUU y China, el jefe de Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, viajó a Pekín para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping para ahondar en las relaciones entre el gigante asiático y la Unión Europea. Un encuentro que se produce pese a las advertencias de la Administración Trump al Viejo Continente y mientras los principales gobiernos de la eurozona tratan de alcanzar acuerdos con el Ejecutivo norteamericano para evitar o limitar el impacto de los nuevos aranceles.
Los socialistas españoles están tratando de convertirse en la cabeza de puente de un nuevo orden comercial entre Europa y el gigante asiático. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero lleva años desarrollando una labor de "intermediario" con el Régimen Comunista de Pekín y sus contactos están siendo ahora utilizados por Sánchez para acercarse a China en medio de las tensiones arancelarias con EEUU.
El expresidente español Zapatero, clave en el acercamiento a China
De hecho, Zapatero es conocido por sus llamados para perjudicar a EEUU. En 2020, durante una videoconferencia con el grupo de Puebla, el expresidente aseguró que "tenemos que hacer que China y, ojalá, la UE —muchos trabajamos en esa dirección— pongan a EEUU en una situación imposible". Con las tensiones arancelarias con EEUU, puede haber encontrado su momento, para regocijo de Pekín.
Xi llama a la UE a "resistir juntas" el "hostigamiento unilateral" de Trump
De hecho, Xi aprovechó la visita de Sánchez para volver a cargar contra EEUU, volviendo a acusarlo de "abusón" y de chantajear a las economías mundiales con los aranceles. También volvió a tender su mano a la UE para "resistir juntas" el "hostigamiento unilateral" de la Administración Trump. "China y la UE deben asumir sus responsabilidades internacionales, proteger juntas la globalización económica (...) y resistir juntas a todo hostigamiento unilateral", apuntó el presidente chino.
Por su parte, Sánchez aseguró que España y Europa deben "trabajar por subsanar" su importante déficit comercial con China, pero no deben dejar que "las tensiones comerciales se interpongan al potencial crecimiento de la relación", según recoge AFP.
Una gira para ampliar las relaciones comerciales y atraer inversión a España
Fuentes del Gobierno español explicaron que el objetivo de esta gira asiática, con una parada previa en Vietnam, es ampliar las relaciones comerciales y atraer inversiones de estos países con quienes España presenta un déficit comercial. Como parte de la visita, el presidente español se reunió en Pekín con grandes empresas chinas de los sectores de automoción, baterías y energía verde.
El gigante asiático es el cuarto socio comercial de España, que importa productos chinos por valor de 45.000 millones de euros (49.100 millones de dólares). En cambio, las exportaciones españolas a la segunda economía mundial totalizan 7.400 millones de euros anuales.
El socialismo español, siempre próximo a China
En su última visita a Pekín en septiembre de 2024, Sánchez se distanció de la UE y pidió al bloque reconsiderar el plan de imponer altos aranceles a los coches eléctricos chinos. Bruselas defendía que estas tarifas eran necesarias para proteger a los fabricantes europeos de la competencia desleal de las firmas chinas que cuentan con apoyo estatal.
Este nuevo viaje ha levantado críticas de la derecha española y la prensa conservadora, que recelan de un acercamiento a China en el contexto actual y critican que Sánchez pueda estar actuando por su cuenta sin alinearse con Bruselas.
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