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 EL TIEMPO QUE LLEVA KAMALA HARRIS SIN COMPARECER EN UNA CONFERENCIA DE PRENSA

¿Campeona de la clase media? Los subsidios y las políticas fiscales de Kamala muestran su verdadera agenda corporativa

Institutos y expertos señalan que la Administración entregó subsidios multimillonarios a grandes empresas, mientras que perjudicó a los americanos de menos recursos con políticas de redistribución que benefician a los más ricos como la condonación de deudas estudiantiles o la alta inflación.

Kamala HarrisABC/Jim Watson.

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Dos de los trazos centrales del perfil de candidato que la campaña demócrata está intentando dibujar para el pueblo estadounidense son que Kamala Harris, es la campeona de la clase media y la Justiciera contra la codicia de las grandes empresas. 

Incluso la propia vicepresidente lo aseguró en el debate presidencial, cuando los moderadores le preguntaron por la situación económica. Su respuesta, más que una propuesta, empezó con una autodefinición: "Me crié como una niña de la clase media y soy la única persona en este escenario que trata de levantar a la clase media y a la gente trabajadora de América". Donald Trump, en cambio, dijo, quiere beneficiar a los ricos, a las grandes empresas. 

Análisis de institutos y comités del Congreso, sin embargo, retratan un cuadro muy distinto del mandato de la Administración Biden-Harris. 

En cuanto a las grandes empresas, mientras que los subsidios corporativos a 10 años en el primer año de mandato de Biden-Harris rondaban los 1,2 billones de dólares, tres años después superaron los 2 billones.

Desde la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes llegaron a describirlo como una "bonanza de las ayudas corporativas". En un análisis de principios de año, los representantes acusan a la Administración de haber “desatado un torrente de bienestar corporativo, incluyendo exenciones fiscales y subvenciones a sus industrias preferidas”. 

Los miembros de la comisión también señalaron que los impuestos sobre la renta de las empresas son, en realidad, impuestos a los ciudadanos:

"Los impuestos sobre la renta de las empresas son pagados por los trabajadores a través de salarios más bajos, por los particulares a través de precios más altos y por los accionistas a través de rendimientos más bajos - cada uno de los cuales es también responsable de pagar impuestos sobre la renta individual, incluso sobre los ingresos que antes se gravaban a nivel de empresa".

Tras criticar otros planes del Gobierno, concluyen que "el código fiscal no debe utilizarse para elegir ganadores y perdedores", sino que "debe utilizarse para proporcionar el nivel mínimo de ingresos necesarios para las responsabilidades constitucionales del gobierno de la manera que menos distorsione la economía".

Mucho subsidio, pocas (y grandes) empresas

"En lugar de una economía de goteo, se trata de una catarata del Niágara de subsidios que inundan desde Washington a las industrias y corporaciones favorecidas por el presidente", afirmaron desde el Cato Institute en un reporte sobre la economía de la nación. Al igual que la Comisión de Presupuesto, lo describieron como una "bonanza de las ayudas corporativas". 

"Biden despotrica contra las grandes empresas, pero les ha concedido subvenciones colosales", señalaron y detallaron que algunas de las grandes beneficiadas son las empresas de vehículos eléctricos, las de semiconductores y las de hidrógeno.

Los grandes paquetes de la Administración fueron la Infrastructure Investment and Jobs Act of 2021, que Cato detalla aumentó los subsidios federales en 548.000 millones de dólares, la CHIPs and Science Act de 2022, que sumó 54.000 millones en subvenciones, y la Inflation Reduction Act (IRA) del mismo año, que otorgó 868.000 millones de dólares en subvenciones energéticas.

"Tres cuartas partes de los beneficios de la IRA se reparten entre 15 grandes empresas, siete de las cuales son extranjeras", cuantifica un reciente análisis de la revista Reason. Entre los grandes beneficiados, fabricantes de aerogeneradores como General Electric, Vestas y Siemens/Gamesa.

Quitando a los que menos tienen, dando a los que más

Si algunas de las empresas con más recursos fueron las que más provechoso encontraron el IRA, lo mismo podría decirse, según Reason, de los consumidores. Casi cuatro quintas partes de los contribuyentes que reclamaron los beneficios para adquirir vehículos eléctricos ganaban más de 100.000 dólares al año. 

Una de las políticas más criticadas de la Administración Biden-Harris es la condonación de la deuda estudiantil. Los republicanos, que lograron con éxito frenar el perdón en los tribunales en tres ocasiones, señalan que la propuesta es injusta con quienes no fueron a la universidad, que deberán cancelar un compromiso asumido por otros, y beneficiaría a algunas de las universidades más ricas del país. 

"Es una gran victoria para todos los trabajadores estadounidenses que no tendrán que pagar la deuda de quienes fueron a las Ivy League", celebró Andrew Bailey, fiscal general de Missouri, después de que un juez de distrito suspendiera temporalmente el último intento del Gobierno de llevar adelante la condonación.  

La inflación, impuesto a los pobres

La distribución del Crédito Fiscal por Hijos (CTC, por sus siglas en inglés), tampoco benefició a la clase media o baja, según Reason

Reason afirma que el American Rescue Plan también afectó el bolsillo de los hogares con menos recursos: "En 2019, las familias que ganaban más de 100.000 dólares reclamaron el 44 por ciento de todos los beneficios no reembolsables, mientras que sólo el 11 por ciento fue para familias que ganaban menos de 40.000 dólares". (Harris dijo que quiere expandir este plan). 

El plan de los demócratas para reactivar la economía post pandemia usando dinero público para aumentar la demanda fue uno de los principales impulsores de la inflación (temas que encabeza las preocupaciones de los estadounidenses en este ciclo electoral). En un país dividido en líneas partidistas, el consenso en este punto es casi unánime.

La inflación que azota a los estadounidenses afecta, sobre todo, a las clases media y baja, que enfrentan dificultades para hacer frente a los costos de productos en el supermercado, al comprar materiales para la vuelta a clase y al repostar el vehículo o buscar vivienda, entre otros. Quienes tienen menos ingresos o ahorros, más difícil encuentran hacer frente al aumento generalizado de precios.

 

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