El precio de la gasolina se dispara en California mientras cae en el resto de estados
Altos impuestos y políticas medioambientales que quieren acabar con los carburantes están detrás de los precios más altos del país.
Los precios de la gasolina caen en todos los estados excepto en California, donde continúan subiendo. Las autoridades estatales culpan a las compañías petroleras y a factores atmosféricos o externos obviando que el estado cuenta con altos impuestos y políticas medioambientales que implican que los precios sean los más elevados de todo el país.
Los analistas prevén que los precios sigan subiendo en el Estado Dorado. Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo en GasBuddy, predijo aumentos de entre 35 y 50 centavos por galón en el norte de California en los próximos días. A nivel nacional, el precio medio del galón de gasolina se situó el martes en 3,71 dólares, por debajo de los 3,78 dólares de hace una semana y lejos del máximo de junio, de 5,01 dólares. Sin embargo, el precio por galón se acerca a los 5,5 dólares en California.
En California, el precio medio del martes fue de 5,434 dólares. Aunque está muy por debajo del máximo de junio (6,43 dólares), ha subido respecto a los 5,27 dólares de hace una semana, los 5,39 dólares del domingo o los 4,39 dólares de hace un año. Una tendencia contraria a la del resto de estados, que ven disminuir estos precios.
Hay varios factores que explican este incremento de precios, desde la menor producción de combustible por problemas en las refinerías hasta la ola de calor que azota el estado, pasando por los problemas económicos que afronta el país. También destaca el factor geográfico, ya que el petróleo procedente del Golfo de México llega con mayor facilidad a la costa este y a los estados del medio oeste. Sin embargo, numerosos analistas destacan dos factores fundamentales que sí son evitables: los altos impuestos y la excesiva regulación en el estado gobernado por Gavin Newsom.
Altos impuestos y políticas ecoasfixiantes
Los impuestos que los automovilistas pagan en cualquier surtidor de California son los más altos del país. Además, el estado cuenta con algunas de las leyes medioambientales más estrictas y abandera iniciativas encaminadas directamente a la prohibición del coche eléctrico o a borrar del mapa las gasolineras.
El Departamento de Energía federal señaló en su análisis de junio que:
Desde el punto de vista político, el coste de la gasolina irrumpió en el camino a las elecciones de mitad de mandato de noviembre. Los republicanos de California creen que las políticas impositivas y medioambientales pueden pasar factura a los demócratas, que dirigen el Gobierno estatal.
"La Legislatura tuvo la oportunidad de ofrecer un verdadero alivio a los californianos suspendiendo el impuesto sobre la gasolina", dijo el martes el candidato republicano a la Cámara Kevin Kile. En lugar de ello, "la Supermayoría optó por crear un Comité Selecto que no hace nada como intento de cobertura política. Ahora nuestros residentes están pagando el precio", señaló Kile.
El candidato se refiere a la negativa de los demócratas californiano de suspender el impuesto estatal sobre la gasolina (que ahora asciende a 53,9 centavos por galón). En su lugar, optaron por aprpbar un plan de reembolso de 9.500 millones de dólares en pagos directos a las familias. Un reembolso que aún no se ha producido.