Ellos contra nosotros: la élite de Estados Unidos desprecia la libertad del resto

Las élites podrían estar viendo al resto de los ciudadanos, no como diferentes sino como adversarios a los que hay que limitar. Un nuevo estudio revela una realidad muy alarmante.

Las élites de Estados Unidos están completamente fuera de tono frente el resto de la población, que representa el 99%. No solamente hay un desencuentro importante, sino que diferentes posturas de las élites precisan al ciudadano como un adversario al que hay que limitar y domesticar. Estos hallazgos, que devienen de un trabajo muy inquietante, explican muy bien porqué Estados Unidos atraviesa la polarización y el nivel de conflictividad actual. Es alarmante.

El Committee to Unleash Prosperity, una organización liderada por gente tan destacada como el empresario Steve Forbes o el escritor del Wall Street Journal y el National Review, Stephen Moore, realizó un estudio bastante revelador en otoño del año pasado: "Ellos contra nosotros. Las dos Américas y cómo la élite de nuestra nación está disociada con el americano promedio".

El estudio, que se basa en una encuesta realizada por la prestigiosa RMG Research, empieza con el siguiente texto: "Las personas que dirigen Estados Unidos, o al menos eso creen, viven en una burbuja construida por ellos mismos. Se han aislado de las realidades cotidianas de Estados Unidos hasta tal punto que sus puntos de vista sobre lo que es y lo que debería estar ocurriendo en este país difieren ampliamente de las del estadounidense medio".

"Un análisis de su pensamiento, realizado por el Committee to Unleash Prosperity, encuentra que en una variedad de cuestiones económicas, sociales y políticas, existe una amplia brecha entre lo que las élites piensan que deberían ser las cosas y lo que piensa el resto de la población", se lee en el estudio.

Las élites, para el estudio, fueron definidas como aquellas personas con un postgrado, unos ingresos de más de $150 mil al año, y que viven en un código postal con más de 10 mil habitantes por milla cuadrada. Esto representaría al 1% de la población.

Lo primero que encontró el estudio es que, de las 1,000 personas encuestadas de la élite, 73% son demócratas, mientras que 14% republicanos.

Demasiada libertad

Primero, en cuanto a las finanzas, solo el 20% de los estadounidenses considera que su economía ha mejorado en los últimos meses. No obstante, al preguntarle a las élites, este porcentaje aumenta a 74%. Y, de solo los graduados de universidad de élite, 88% piensa que sus finanzas van mejorando.

Sobre el cambio climático, la mayoría (63%) de la gente está en contra de regular el consumo de carne, la electricidad o el gas; pero las élites apoyan abrumadoramente (89%) la regulación. También en este aspecto, más del 70% de la élite aprobaría pagar más impuestos para combatir el cambio climático; mientras que solo el 28% de los estadounidenses piensa igual.

No obstante, el resultado más alarmante tiene que ver con la libertad. La mayoría de la élite desprecia la libertad que los estadounidenses han conseguido en las últimas décadas. Según la encuesta, el 47% de la élite piensa que Estados Unidos otorga "demasiada libertad individual", con solo un 21% que piensa que hay demasiado control gubernamental. Si vamos a los graduados de la universidad de élite, la brecha es aún mayor: el 55% dice que hay demasiada libertad, mientras que el 15% habla de demasiado control estatal.

Para el resto de votantes, la apreciación es la opuesta: el 57% de los estadounidenses piensan que hay demasiado control por parte del Gobierno, con solo un 16% que piensa que el país ha cedido demasiada libertad a las personas.

Esto, considerando que naturalmente son las élites las que suelen tomar las decisiones y detentan el poder del Gobierno, es aterrador.

Sobre la educación y el control de los maestros sobre sus alumnos, la grieta también es profunda. La mayoría de los estadounidenses piensa que los padres deberían tener más autoridad sobre sus hijos (45%), mientras que las élites consideran lo contrario (67%).

"Las élites, un grupo con extraordinario poder político y social, tienen opiniones y actitudes que están totalmente fuera de contacto con el pueblo estadounidense", se lee en las conclusiones del estudio.

"La falta de preocupación de las élites por la libertad se ve respaldada por un extraordinario nivel de confianza de las élites en el Gobierno. Este nivel de confianza se debe probablemente al hecho de que los principales funcionarios del Gobierno proceden de la misma cultura que las élites. Además, a diferencia de la mayoría de los votantes, las élites pueden acceder fácilmente a los funcionarios e influir en ellos sobre cuestiones de interés", agrega el estudio.

"Las opiniones generales de las élites representan una amenaza existencial para los ideales fundacionales de Estados Unidos de libertad, igualdad y autogobierno", concluye el Committee to Unleash Prosperity.

Devolver el poder al pueblo

En una columna en el Wall Street Journal, la escritora Kimberley Strassel dice que "los poderosos, los intelectuales y los perezosos llevan mucho tiempo diciendo que la 'división' de este país es entre ricos y pobres. Dividen a los estadounidenses según los criterios tradicionales relacionados con la riqueza".

Sin embargo, "este enfoque no tiene en cuenta la inestabilidad del electorado de este país. Hay una descripción mejor de los cambios entre los partidos y dentro de ellos, una división que explica mejor los cambios democráficos de los votantes y el creciente sentimiento populista. Es el abismo que hay entre una élite desconectada y los estadounidenses medios".

"Este encuadre", continúa Strassel, "explica mejor la política actual: aunque la élite es pequeña, sus miembros destacan en todas las instituciones importantes del poder estadounidense, desde los medios de comunicación a las universidades, pasando por e Gobierno y Wall Street, y cada vez están más decididos a imponer su agenda desde arriba".

Luego, la escritora afirma que precisamente la popularidad de Trump reside en que el expresidente ha hecho campaña en torno a la promesa de atacar al establishment. Lo que la mayoría de los estadounidenses aspiran, dice Strassel, es un líder que prometa devolver el poder al pueblo. Quieren libertad, que es justo lo que la élite desprecia.