El día que Washington DC desplazó a Filadelfia como sede del Gobierno federal

El 15 de mayo del año 1800, el presidente John Adams orquestó una mudanza que fue bastante rápida, debido a que en ese entonces el tamaño del estado era relativamente pequeño.

El 15 de mayo del 1800 fue testigo de la mudanza más importante en la historia de los Estados Unidos. Ese día, el gobierno federal dejó Filadelfia y se trasladó a Washington DC, donde permanece hasta la actualidad. El hecho ocurrió bajo la presidencia de John Adams y transcurrió rápidamente debido al tamaño del estado en ese entonces, que no superaba los 150 empleados.

Todo comenzó con la nueva constitución, cuyo Artículo I (Sección 8) otorgaba al Congreso el poder de crear un distrito federal para “convertirse en la Sede del Gobierno de los Estados Unidos, y para ejercer la misma Autoridad sobre todos los Lugares adquiridos con el Consentimiento de la Legislatura del Estado en que se encuentren, para la Construcción de Fuertes, Polvorines, Arsenales, Astilleros y otros Edificios necesarios".

De Filadelfia a algún lugar a lo largo del río Potomac

El debate se inició en 1789 y rápidamente se propusieron dos ubicaciones para la capital: una cerca de Lancaster y otra en Germantown, un área en las afueras de Filadelfia. Sin embargo, Alexander Hamilton fue el artificie del trato que acordó que la capital se traslade a un área no desarrollada que abarcaba una porción de Virginia y otra de Maryland.

Esto contó con el apoyo de Thomas Jefferson y posteriormente de James Madison. A cambio, Hamilton se comprometió a reorganizar las finanzas del gobierno federal. En 1790, Filadelfia fue elegida como sede temporal del Gobierno federal, puesto que reflejaba los debates de la época, particularmente el equilibrio de poder entre el Norte y el Sur. La Ley de Residencia que George Washington firmó ese año autorizó al Congreso a establecer una nueva capital nacional y una sede permanente del gobierno, en un sitio a lo largo del río Potomac. Siempre con la base establecida entre Hamilton, Jefferson y Madison.

La ubicación debía ser una “consistente con la conveniencia para la navegación del Océano Atlántico, y teniendo debidamente en cuenta la situación particular del País Occidental.”

Washigton DC/Wikimedia Commons

La sede actual resultaba demasiado calurosa y propensa a brotes de enfermedades, por lo que los legisladores comenzaron rápidamente a barajar opciones. El debate culminó el 24 de enero de 1791, cuando el presidente Washington anunció en una proclama la nueva sede, recién bautizada como el Distrito de Columbia.

“Por lo tanto, fueron autorizados y obligados, en nombre de dicho Estado, a ceder al Congreso de los Estados Unidos, cualquier distrito en dicho estado, que no exceda las diez millas cuadradas, que el Congreso podría fijar y aceptar para el Gobierno de los Estados Unidos", indicó el primer presidente.

De acuerdo con History Channel, tuvieron que trabajar en los permisos correspondientes e incluso inspeccionar la tierra para confeccionar los límites de la nueva sede. El proyecto estuvo a cargo de Pierre-Charles L'Enfant, un distinguido ingeniero francés. Washington DC fue nombrada de esa forma como un homenaje al primer presidente, quien falleció en 1799.

La mudanza se concretó el 15 de mayo del 1800, aunque John Adams y a su esposa, Abigail Adams, tardaron un poco más en instalarse en la Casa Blanca. Llegaron en noviembre de ese año, convirtiéndose así en la primera pareja presidencial en instalarse allí.

"Ruego al cielo que otorgue la mejor de las bendiciones a esta casa y a todos los que la habitarán en el futuro. ¡Que solo los hombres sabios gobiernen bajo este techo!", redactó Adams en su momento.

La mudanza fue relativamente sencilla, puesto que trasladar el gobierno federal implicó mover a 125 empleados, cifra que contraste con los dos millones de empleados públicos que actualmente integra el Gobierno federal.