Dos políticos ecuatorianos han sido asesinados en cuestión de días y un experto advierte que estando en vísperas de elecciones generales extraordinarias, podrían no ser los últimos.
Agustín Intriago, alcalde de la ciudad costera de Manta, murió el pasado domingo en un ataque armado en su contra mientras visitaba las obras de alcantarillado de un barrio.
El hombre que había sido reelecto debido a su alta popularidad, recibió seis disparos, la mayoría de ellos en el pecho, y aunque fue trasladado al hospital con vida, murió unas horas más tarde en el centro de salud.
“No es casualidad que mataran al alcalde”
Wolf Grabendorff, un experto en Relaciones Internacionales y en temas de seguridad de América Latina, le dijo a DW que no era casualidad que Intriago fuese asesinado, pues el alcalde tenía reputación de ser incorruptible y estaba a cargo de una ciudad que era considerada punto clave de llegada y salida de cargamentos de cocaína.
“No es casualidad que mataran al alcalde (…) No tenía ningún vínculo con los diferentes grupos del crimen organizado que operan en Manta desde hace varios años”, afirmó el experto.
La violencia arrecia en #Ecuador
Alcalde de la ciudad costera de #Manta fue acribillado este domingo.
Agustín #Intriago, de 38 años, presidía una localidad clave para el tráfico internacional de drogas. /jr pic.twitter.com/f4HXYH4UBK
— DW Español (@dw_espanol) July 24, 2023
Otros atentados contra políticos
Intriago es el segundo alcalde que muere de forma violenta en menos de una semana. El pasado lunes murió por múltiples disparos el candidato a la Asamblea Nacional, Rider Sánchez, y en lo que va de 2023 ya son varios los alcaldes que han sufrido atentados.
Javier Pincay, alcalde de Portoviejo y Luis Chonillo, alcalde de Durán, también sufrieron ataques este año y aunque Wilson Cañizares, alcalde de Duale, no ha sido víctima aún de atentados, ya denunció que recibe amenazas desde la Penitenciaría del Litoral.
“Tomando en cuenta que el país está ante elecciones generales extraordinarias, no me extrañaría que no fuera el último alcalde asesinado este año”, opinó Grabendorff.
