Cristina Kirchner autorizó la instalación de una base china de espionaje en la provincia de Neuquén

La Estación de Espacio Lejano, teóricamente de uso civil y pacífico, tiene también usos militares que ayudan a expandir los intereses de Pekín en la región.

El acuerdo firmado entre Cristina Fernández de Kirchner y Xi Jinping en Pekín en 2010 autorizaba la creación de una base de seguimiento e investigación espacial en Argentina. Finalmente en 2017 echó a andar la Estación de Espacio Lejano, el mismo año que terminó su construcción en Bajada del Agrio, provincia de Nuequén. Pero no se trata únicamente de una estación para la observación del espacio lejano o para ayudar a los chinos a llegar a la Luna.

"Es una instalación que tiene objetivos de espionaje militar exactamente igual que la que tienen en Cuba, cerca de la población de Bejucal", aseguran a Voz Media fuentes conocedoras del acuerdo. "La Estación de Espacio Lejano tiene, por supuesto, un objetivo civil y pacífico, pero eso es sobre todo una pantalla para ocultar o al menos disimular sus objetivos militares", subrayan las mismas fuentes. Durante los mandatos izquierdistas en Argentina, tanto del matrimonio Kirchner, como del actual presidente, Alberto Fernández, el país austral giró claramente hacia el bando liderado por Rusia y China.

En diciembre de 2021 el Gobierno de los Fernández (Alberto de presidente y Cristina de vicepresidenta) firmó un acuerdo con el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa para que oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas argentinas pudieran recibir adiestramiento en los cuarteles militares rusos. Se trató de "un convenio para facilitar la capacitación y el entrenamiento de nuestros oficiales y suboficiales en instituciones militares de Rusia y es un paso que permitirá un mayor relacionamiento entre ambas ejércitos", aseguró entonces el ministro Jorge Taiana, quien junto con el secretario de Defensa, Francisco Cafiero, sacaron adelante ese proyecto.

Este acuerdo ponía a Moscú al nivel de Washington en sus relaciones militares con Buenos Aires. Igualaba, si no superaba, al Programa IMET (Entrenamiento y Formación Militar Internacional, por sus siglas en inglés) firmado años antes con Estados Unidos.

El revuelo que se formó en Argentina con el proyecto de la Estación de Espacio Lejano no logró frenar los planes del Gobierno Kirchner. Numerosos diputados opositores denunciaron entonces la supuesta existencia de cláusulas secretas ya que la agencia espacial china depende directamente del Ministerio de Defensa de ese país y, por tanto, del Partido Comunista Chino. El Gobierno Macri (2015-2019) estableció una cláusula que exigía el uso pacífico de la base y algo parecido a un plan de vigilancia. "El nivel de corrupción e ineptitud entre los funcionarios de alto nivel en este país es tan elevado que esa cláusula nació muerta. La Estación de Espacio Lejano ha sido y sigue siendo un base de espionaje", subrayan estas fuentes a Voz Media.