Una compañía 'woke' obliga a sus trabajadores blancos a reconocer que son racistas

La abogada Nicole Levitt abandonó la empresa tras negarse a suscribir un documento en el que se asegura que "todas las personas blancas son racistas".

Nicole Levitt trabajaba en Women Against Abuse hasta hace pocos días. Sin embargo, renunció a su trabajo como abogada de víctimas de violencia doméstica en esta compañía woke. Todo comenzó tras el asesinato de George Floyd. En ese momento, su empresa empezó a adoptar una política antirracista muy radical. Llegó a tal punto que se les obligó a firmar un contrato en el que se incluía la siguiente declaración: "Todas las personas blancas son racistas y yo no soy la excepción". Decidió dimitir y denunciar la situación en el programa de Glenn Beck, donde narró lo que había sucedido:

Durante su conversación, la abogada explicó que al principio todos estaban de acuerdo en que lo que había sucedido con Floyd "fue horrible, y no creo que ninguna persona con un mínimo de sensibilidad pudiera ver eso y no reaccionar". Sin embargo, la situación fue escalando y llegó un momento en el que, según relató Levitt a Beck, "si no estabas de acuerdo con esa ideología, si discrepabas solo un poco de ella, te convertías en un paria".

Lo más preocupante, sin embargo, llegó poco tiempo después: la compañía comenzó a segregar a la gente según el color de su piel. Para ella, eso fue la gota que colmó el vaso. Un comportamiento que afectó especialmente a las personas blancas: "El lenguaje que escuché contra ellos reflejaba lo que se decía contra los judíos en la década de 1930, y rechazo de todo corazón ese lenguaje contra cualquier raza o grupo. Cualquiera con un mínimo sentido histórico puede decirte que las cosas no van bien cuando pasa esto", concluyó Nicole.