Catarata de impuestos confiscatorios y mucho dinero para el IRS: los pilares del nuevo presupuesto de Biden

La Casa Blanca publicó su versión de gasto para el año fiscal 2025 y el texto se destacó por apuntar contra pequeñas, medianas y grandes empresas en materia impositiva.

Joe Biden dio a conocer su versión del presupuesto para el año fiscal 2025, lo que define la totalidad de los gastos del Gobierno Federal y cómo piensa financiarlos. En este caso, la propuesta del demócrata está plagada de aumentos de impuestos y una suculenta financiación para el Servicio Interno de Impuestos (IRS), lo que llevó a algunos economistas a definir la propuesta como "una receta para el declive de Estados Unidos".

La Casa Blanca dio a conocer recientemente el documento que detalla las partidas presupuestarias para el próximo año fiscal y los economistas rápidamente notaron que sus páginas contenían una fuerte subida de impuestos. Lejos de ser únicamente para "los ricos", como indicó el demócrata durante el Estado de la Unión, las subidas afectarían a buena parte de la ciudadanía.

Según la propuesta, el Gobierno gastaría 7,3 billones de dólares el próximo año fiscal y pediría prestados 1,8 billones para cubrir el déficit con los ingresos fiscales.

En palabras de Preston Brashers, investigador de política fiscal en el Centro Grover M. Hermann para el presupuesto federal de la Heritage Foundation, "la administración Biden actúa como si el capital empresarial fuera una fuente inagotable que nunca se secará, por mucho que el gobierno extraiga de él, y como si por mucho que se les graven impuestos, los inversores invertirán la misma cantidad y las empresas Seguirá construyendo, contratando y aumentando salarios. (...)

"Desafortunadamente para el presidente, incluso si la gente estuviera igualmente motivada para trabajar e invertir cuando el gobierno obtiene los frutos de sus esfuerzos, el simple hecho de la cuestión es este: Es imposible invertir lo que el gobierno no permite conservar, por lo que la fuente finalmente se seca", añadió en un artículo de opinión publicado en The Daily Signal.

Biden y una receta repetida: fuertes aumentos de impuestos

Entre muchas otras subidas, el demócrata ideó un 25 % de impuesto a las ganancias de capital de los contribuyentes más pudientes antes de que estos perciban esas ganancias, lo que potencialmente podría redefinir el impuesto sobre la renta.

Además de generar incentivos perversos, la medida golpearía directamente a las empresas justo después de un eventual aumento de sus acciones, precisamente una buena señal de que la compañía en cuestión está lista para crecer.

En adición, y nuevamente contra las ganancias de capital, el texto de Biden duplicaría la tasa impositiva sobre las ganancias de capital y los dividendos a largo plazo. Actualmente la tasa máxima para ese tipo de ingresos es de 23,8 % y la propuesta del presidente la elevaría al 44,6 %.

El presupuesto para el año fiscal 2025 también cuadriplicaría el impuesto a las recompras de acciones, inaugurado por la propia Administración Biden en 2022. Un año y medio después, iría del 1 % al 4 %.

"Cuadruplicar este impuesto aumentaría el costo de trasladar capital desde donde tiene menos potencial de crecimiento hacia donde tiene mayor potencial de crecimiento. Alentaría a las grandes empresas existentes a acumular capital, en detrimento de las nuevas empresas que carecen de efectivo", escribió Brashers al respecto.

Otro golpe impositivo, esta vez para las pequeñas empresas, sería el recargo del impuesto sobre la renta neta de inversiones. En efecto, la propuesta de Biden ampliaría el impuesto a los ingresos empresariales obtenidos por quienes dirigen activamente una pequeña empresa.

"Según el plan de Biden, el impuesto sobre los ingresos de las pequeñas empresas se aplicaría a partir de entre 200.000 y 400.000 dólares de ingresos, dependiendo del estado civil para efectos de la declaración. Estos umbrales no estarían indexados a la inflación, por lo que el impuesto se aplicaría a empresas cada vez más pequeñas con el tiempo", explicó Brashers.

"El aumento más rápido de la deuda federal de la historia"

Voz Media habló en exclusiva con Geoffrey Lawrence, economista y director de investigación de Reason Foundation, para analizar el presupuesto el presidente.

Según el experto, el presupuesto en sí está destinado a fracasar, puesto que "incluye importantes subidas de impuestos al pueblo estadounidense y, sin embargo, de alguna manera sigue sin dar cuenta de todos los nuevos gastos que propone".

"Las subidas de impuestos propuestas por el presidente podrían perjudicar gravemente la competitividad y el potencial de crecimiento de la economía estadounidense", sumó.

A su vez, el economista dijo que los puntos más polémicos de la propuesta del presidente son los aumentos al impuesto a la herencia y a las ganancias de capital.

"Uno de los pilares de una buena política fiscal es que el contribuyente tenga medios para pagar, es decir, que haya ganado dinero y pueda utilizarlo para pagar sus impuestos. Por definición, las ganancias no realizadas significan que el contribuyente no ha recibido efectivo y, por tanto, gravar estas ganancias puede obligar a los inversores a liquidar sus inversiones existentes para pagar las obligaciones fiscales. El resultado podría ser una desastrosa descapitalización de la industria estadounidense, mientras los contribuyentes avispados tratan de salvaguardar sus activos trasladándolos a paraísos fiscales", explicó.

Por último, manifestó su preocupación por el futuro de las cuentas fiscales estadounidenses si es que este presupuesto termina pasando por el Congreso. "El presupuesto de Biden llevaría al gobierno federal a gastar 87 billones de dólares en los próximos 10 años y elevaría la deuda federal a 53 billones de dólares en 2034. Este sería el aumento más rápido de la deuda federal de la historia", sentenció Lawrence.

Ni siquiera la muerte se salva de los impuestos de Biden

Una de las peculiaridades del presupuesto es que agrega una carga más al impuesto a sucesiones existente (40 %) para los patrimonios superiores a los 7 millones de dólares. De acuerdo con la propuesta de la Casa Blanca, a eso habría que agregarle un impuesto a las ganancias de capital sobre ganancias no realizadas antes de que se pueda transferir un patrimonio

Financiamiento histórico al IRS: 104 mil millones de dólares

El presupuesto para el 2024 ya había generado polémica por ser particularmente generoso con el Servicio Interno de Impuestos, pero parece que el del 2025 no se queda atrás.

En este caso, está solicitando un aumento de 104 mil millones de dólares para financiar a la agencia durante 10 años, teniendo en cuenta las contrataciones de auditores adicionales. Si esto se implementa, el IRS tendría más personal que los ejércitos de buena parte de los países del hemisferio occidental.

¿Adiós a los recortes de impuestos a la clase media?

Con ambas cámaras del Congreso bajo control republicano, Donald Trump promulgó en 2017 el 'Tax and Jobs Act', que incluyó la mayor bajada de impuestos desde 2017. Su texto incluyó recortes de impuestos sobre la renta de las personas físicas. Aunque algunas disposiciones quedaron permanentes, muchas de ellas expirarán el 31 de diciembre de 2025, debido a la forma en que el Congreso aprobó la legislación. Precisamente aquí es donde intervendrá Joe Biden.

Si bien el presidente reiteró que quiere extender esos recortes para aquellos que ganan menos de 400.000 dólares anuales, no encontró espacio para la extensión de los recortes de impuestos en su mandato de 10 años, presupuesto de 86,6 billones de dólares.

"La administración quiere reclamar 2 billones de dólares menos en déficits adicionales al permitir que expiren los recortes de impuestos para la clase media, pero también quiere seguir afirmando que no está aumentando directamente los impuestos a los estadounidenses comunes y corrientes", señaló Brashers al respecto.

Biden se acoplaría a las reglas impositivas de la OCDE

Por último, el presupuesto de Biden adoptaría las reglas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que modificaría la ley tributaria internacional de los Estados Unidos para alinearse con el sistema tributario global.

Entre estas nuevas reglas, resalta la imposición de un mínimo del 15 % del impuesto a sociedades en todo el mundo y gravar a las empresas por sus actividades en países con impuestos bajos, combatiendo directamente la competencia fiscal entre los países.

En definitiva, en palabras del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-LA), el presupuesto de Biden "es una hoja de ruta para acelerar el declive de Estados Unidos".