Desde 2017, los contribuyentes de California han visto como una gran parte de los fondos públicos se han destinado a realizar cirugías o tratamientos trans para presos. Concretamente, el estado gastó 4 millones de dólares para que 157 reclusos pudiesen cambiarse de sexo, según informó The Washington Free Beacon tras obtener los registros, en los que figuran que las autoridades han recibido unas 1.000 peticiones de prisioneros.
De ese total de presos que se vieron beneficiados por la medida, cuatro de ellos están condenados a muerte.
Sobre el gasto empleado por California para estas prácticas, el abogado Harmeet Dhillon, representante legal de varios reclusos del estado, calificó de "experimental" y de "injustificada" que se gaste el dinero de los contribuyentes en cirugías trans.
California destina 2,5 millones de dólares a vaginoplastias
Entre las cirugías o tratamientos trans que más solicitaron los prisioneros, destacan las vaginoplastias. A esta práctica, el estado destinó en torno a 2,5 millones de dólares. En otros procedimientos como implantes mamarios se gastó más de 180.000 dólares, mientras que cuarenta prisioneras decidieron extirparse los pechos, lo que supuso un gasto de más de un millón de dólares.
Dos reclusos decidieron someterse a cirugías de feminización facial, con un coste total de en torno a 185.000 dólares. California gastó del dinero de los contribuyentes 224.000 dólares en depilaciones láser para 69 hombres.
