La campaña de su filial Bud Light con el influencer transgénero Dylan Mulvaney -que derivó en un boicot por parte de los consumidores- sigue causando estragos a Anheuser-Busch. Primero perdió valor mercantil. Después la ejecutiva se vio obligada a anunciar una oleada de despidos -en torno a 380 empleados-. Y, ahora, los ingresos por sus ventas sufrieron una caída considerable.
A través de un comunicado publicado este jueves en el que desglosa sus últimos resultados económicos, Anheuser-Busch informó que los ingresos por ventas de sus productos se redujeron un 10,5% en Estados Unidos entre abril y junio respecto al mismo periodo del año pasado. Aun así, esconde esta pérdida con que la suma total de sus ingresos -añadiendo otros conceptos como, por ejemplo, la publicidad- se incrementaron un 7,2%.
Además, la compañía productora de cerveza señaló que su beneficio antes de pagar impuestos se desplomó un 28%.
Su asociación con Dylan Mulvaney no sólo afectó a los aspectos económicos, también a su imagen. A raíz de la campaña, Bud Light está fuera de la lista de las diez cervezas con mayor popularidad, según un ranking. Sólo el 42% de los encuestados le dio una buena valoración.
Bud Light no es la única: las pérdidas económicas de Target y Kohl's por adherirse a la causa LGBT
Anheuser-Busch no es la única compañía a la que le salió caro realizar una campaña con personas LGBT o el mundo woke. Target lanzó una colección de ropa LGBT para bebes y niños, lo que suscitó una innumerable cantidad de críticas. Como consecuencia, la cadena de grandes almacenes perdió más de 15.000 millones de dólares de valor en Bolsa -sus acciones cayeron más de un 20%-.
La que también sufrió un brusco desplome de su capitalización por sumarse a la doctrina woke fue Kohl's. El retailer se solidarizó con la causa y sacó al mercado una colección de ropa LGBT para bebés y niños, un caso similar al de Target. Su derrumbe en bolsa fue superior al 20%.
