Un suicidio político llamado Nikki Haley

Ningún político sensato se puede permitir perder por 30 puntos en su estado natal.

Uno de los asuntos más importantes en política es estar rodeado de gente que dé buenos consejos. Nikki Haley parece estar rodeada de personas que en vez de pensar en el futuro político de la republicana, están obsesionados con mantener por el mayor tiempo posible sus sueldos y, por lo tanto, le recomiendan que continúe en una carrera donde las probabilidades de ganar son prácticamente inexistentes.

Las siguientes primarias son las de Carolina del Sur, el estado natal de Haley. Según las encuestas, Trump está 30 puntos por delante. Ningún candidato sensato se puede permitir perder por esa ventaja en su estado natal, es un suicidio político. A estas alturas ya no solo se trata de que no tiene oportunidades de ganar, sino de que cada derrota lastima más su carrera política. Haley seguramente querrá volver a ser candidata para las elecciones del 2028 y debe pensar en eso desde ya.

No le hace bien quedar como una testaruda que no logra ver lo evidente, y que derrocha el dinero de sus donantes y el tiempo de sus voluntarios. Tampoco le queda bien ser recordada como la reina de las derrotas, y mucho menos perder en su propio estado por una diferencia tan abismal. Sumado a eso, Haley se está ganando cada vez más el rechazo de los votantes de Trump, que son la base dura del partido republicano, eso en nada le ayuda a su futura carrera política.

Incluso si Trump se viera obligado a salir de la carrera, por los problemas legales o cualquier otra razón, eso no asegura que Haley obtendría la nominación. Son los delegados en la Convención los que deciden quién será el candidato, y con el apoyo tan grande que ha demostrado Trump entre la base republicana, sumado a las declaraciones cada vez más agresivas que está haciendo Haley en contra del expresidente, es probable que la descarten y elijan a alguien que represente la agenda MAGA, en vez de una candidata moderada como Haley.

Caprichosa y obsesionada con una idea que no tiene ninguna viabilidad, Haley seguirá hasta donde el dinero de sus donantes se lo permita. En las últimas horas se ha conocido que Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, no donará más dinero a la campaña. El multimillonario es conocido por donar a causas demócratas y ha dicho que si bien apoya al presidente Biden, creía que Haley era la candidata con mayor la mayor probabilidad de vencer a Trump.

Así como Hoffman, muchos de los donantes de Haley odian con todas sus fuerzas al expresidente Trump. Algunos son demócratas, otros no, pero se sienten bien al donar a la campaña de la ex embajadora ante la ONU, ya que es su forma de hacer algo para que Trump no gane. En este punto de la competencia, cuando es absolutamente claro que Haley no tiene posibilidades, seguramente veremos que con el pasar de los días se irán retirando donantes. Sin embargo, algunos quedarán, porque para un multimillonario que deteste a Trump, puede que el asunto de donar a la campaña no le perturbe tanto sus cuentas, mientras que si le da el placer y la oportunidad de presumir que intentó lo posible para detener, o al menos molestar en lo posible, al expresidente. 

Nikki Haley debería pensar en su carrera política para el 2028 y retirarse ya mismo de las primarias, pero parece que tendremos que esperar a que los inversionistas se cansen. Veremos por cuánto tiempo están dispuestos a poner dinero con tal de fastidiar a Trump.