Las huelgas provocan la mayor cantidad de días de trabajo perdidos en las últimas décadas

El Departamento de Trabajo asegura que sólo en agosto se dejaron de percibir 4,1 millones de días laborales debido a los más de 20 paros convocados en el país.

Estados Unidos está viviendo una temporada en la que las huelgas son las claras protagonistas. Desde hace unos meses, la nación se enfrenta a más de 20 paros convocados por diversos sindicatos y el de los fabricantes de automóviles fue el último en unirse a ellos. La United Auto Workers (UAW) comenzó su huelga el pasado viernes y en ella convocaron a casi 13.000 trabajadores a hacer paros "rotativos".

Esta huelga, aunque preocupante, aún no ha tenido un impacto significativo en la economía estadounidense. Esto no significa que no pueda tenerlo ya que, de agravarse, podría perjudicar gravemente a las finanzas de los Estados Unidos. Así lo aseguró a CNBC Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics: "El impacto inmediato de la huelga de los trabajadores del sector automotriz será limitado, pero eso cambiará si la huelga se amplía y se prolonga".

De hecho, según estimó el economista, el impacto trimestral de este parón podría ser de 1,7% en el PIB. La producción de automóviles, explica la cadena de televisión, representa el 2,9% del PIB de toda la nación.

4,1 millones de días laborales perdidos en agosto por las huelgas

Además, estos trabajadores ya forman parte de la estadística de septiembre de días de empleo perdidos junto a los parones convocados por el Sindicato de Guionistas o el de Intérpretes así como el de empleados estatales de la Universidad de Michigan o los trabajadores de hoteles de Los Ángeles.

Ese dato batió un récord en agosto cuando, según las estadísticas del Departamento de Trabajo, se registraron la mayor cantidad de horas pérdidas en el trabajo en los últimos 23 años. En concreto, sólo durante ese mes, se dejaron de percibir 4,1 millones de días laborales. Esta es la mayor cifra acumulada desde el año 2000 cuando varios parones también provocaron importantes consecuencias económicas.

Los días perdidos a causa de los parones no hacen más que aumentar. Si los 4,1 millones de jornadas laborales se unen a las registradas en julio, la cifra crece hasta los 6,4 millones. Y, en lo que va de año, el número aumenta a los 7,4 millones de días perdidos. Una cifra que en nada se parece a los 636 días que se registraron en 2022.