Inteligencia artificial: el rápido avance del desarrollo de las IA atemoriza al sector tecnológico

El despido y el retorno de Salm Altman en OpenAI ponen de relieve los peligros que se esconden detrás de los nuevos proyectos de la compañía.

Terremoto en el mundo de la inteligencia artificial. La semana ha sido agitada para el sector, después de las idas y venidas del CEO de OpenAI, desarrolladora de ChatGPT, Sam Altman. El directivo fue despedido en un principio, antes de volver a ser reincorporado tras una propuesta de Microsoft para que formara parte de sus activos.

De acuerdo con los últimos reportes, en el centro de la polémica que acompaña al despido y retorno de Altman está el desarrollo de una inteligencia artificial demasiado avanzada y que pone en peligro la humanidad. De acuerdo con Reuters, se trataría de un desarrollo que OpenAI mantiene bajo secreto y que rebasaría los límites de la ética.

Según los reportes, el despido del directivo podría suponer un problema para controlar un desarrollo demasiado avanzado de esta IA. Varios trabajadores, ante la amenaza de la partida de Altman, habrían escrito una carta a la dirección, presentando la posición de la plantilla y advirtiendo sobre las consecuencias de despedir al genio de la IA. “Las fuentes citaron la carta como uno de los factores de una larga lista de quejas de la junta que condujeron al despido de Altman, entre las que se encontraban las preocupaciones por la comercialización de avances antes de comprender las consecuencias”, asegura Reuters.

El proyecto es conocido como Q* y de acuerdo con los reportes, logró resolver algunos problemas matemáticos que hasta ahora las IA eran incapaces de abordar. Estos problemas matemáticos eran hasta ahora la frontera que las inteligencias artificiales no podían cruzar.

Altman a favor de regular la IA

El peligro de prescindir de Altman está en su visión de la IA como herramienta. El CEO de OpenAI se mostró a favor de regular el desarrollo de las inteligencias artificiales, una postura que reiteró cuando compareció ante el Congreso. Altman explicó entonces que con el rápido desarrollo de la tecnología también van a surgir nuevos peligros, por lo que afirmó que es necesario que se creen regulaciones para las empresas del sector.  “Mi peor temor es que nosotros, la industria de la tecnología, causemos un daño significativo al mundo”, dijo ante el  subcomité Judicial del Senado “Si esta tecnología sale mal, puede salir bastante mal”.

La corriente que defiende Altman fue precedentemente expuesta pues Elon Musk, quien impulsó la firma de un manifiesto en contra del desarrollo acelerado de la inteligencia artificial. La carta abierta, que recibió la firma de más de 33.000 trabajadores del sector, pidieron en su día una pausa de al menos seis meses para que los laboratorios establezcan nuevos protocolos y principios éticos que regulen el desarrollo y uso de la IA. Todo bajo supervisión de observadores neutrales. De acuerdo con la carta abierta, la carrera entre los distintos laboratorios por desarrollar inteligencias artificiales cada vez más avanzadas puede desembocar en graves consecuencias para la sociedad. La carta denuncia que el actual desarrollo de los laboratorios podría acabar en un producto que escape al control y entendimiento de sus propios creadores.

Peligros para la humanidad

El desarrollo de las inteligencias artificiales preocupa especialmente al mercado laboral. El mismo Altman lo advirtió en una entrevista. "Quiero ser claro: creo que estos sistemas harán desaparecer muchos puestos de trabajo, como ocurre con todas las revoluciones tecnológicas". Los empleos más expuestos son aquellos que requieren de producción de texto o los de oficina. Los que más a salvo quedan son los más físicos y que requieren de partes manuales.

La publicidad es otro punto débil que la IA amenaza. Varias plataformas como Youtube o Meta ya anunciaron que todas aquellas publicidades producidas con inteligencia artificial deberían llevar un notificación para avisar a los usuarios.