Haití está viviendo uno de los episodios más sangrientos de su historia. Tan solo en lo que va de año se han registrado más de 2.400 muertos por la violencia entre las bandas criminales. Sin embargo, la situación podría cambiar en cualquier momento ante la posibilidad de una intervención militar.
Luego de intensos debates internacionales sobre la situación que se vive en el país caribeño, finalmente Kenia dio un paso adelante y se mostró dispuesta a liderar una fuerza multinacional para asistir a las autoridades de Haití y restablecer el orden.
La delegación de Kenia llegó hace tan solo unos días para “evaluar las necesidades de la policía nacional de Haití, comprender mejor la situación y hacer todo lo posible para ayudar al pueblo haitiano", explicó George Orina, embajador de Kenia y jefe de asuntos políticos y bilaterales, según Reuters.
Esta evaluación permitirá crear un plan sobre una posible intervención militar que luego se someterá a votación en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ya son varias las organizaciones y países que se han mostrado a favor de tomar medidas urgentes incluyendo la opción de enviar fuerza multinacional.
¿Cómo inició la oleada de violencia?
Aunque Haití lleva años sufriendo una grave crisis económica, política y de seguridad, la situación se ha visto agravada desde 2021 cuando el presidente Jovenel Moïse fue asesinado en su residencia en horas de la madrugada. Desde entonces, su sucesor, el primer ministro Ariel Henry, ha intentado contener la violencia, pero los grupos criminales han aprovechado el vacío de poder para tomar el control del país.
La policía nacional perdió el control, las bandas mataron agentes, varios periodistas y miles de ciudadanos. La ONU estima que desde que inició este año hasta el 15 de agosto ya han fallecido al menos 2.439 personas, otras 902 resultaron heridas y 951 fueron secuestradas.
La Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos en Haití (RNDDHH) explicó que las bandas armadas se activan para mantener “un clima de terror en el país, matando ciudadanos, hiriendo a otros y llevando a miles de familias a huir, abandonando sus casas y todo lo que poseen”.
Se necesita un “uso robusto de la fuerza”
El propio jefe de la ONU, Antonio Guterres, le dijo al Consejo de Seguridad que considera necesario un “uso robusto de la fuerza” en el despliegue de la policía multinacional y el uso de activos militares para restaurar la ley y el orden en ese país.
“El contexto actual de Haití no es propicio para el mantenimiento de la paz. Nada menos que el uso robusto de la fuerza, complementado con un conjunto de medidas no cinéticas, por una fuerza policial multinacional especializada y capaz habilitada con activos militares, coordinada con la policía nacional, sería capaz de lograr estos objetivos”, opinó tras visitar Haití, informa Reuters.
A “robust use of force” by a multinational police deployment and use of military assets is needed to restore law and order in Haiti and disarm gangs, U.N. chief Antonio Guterres told the Security Council in a report seen by Reuters on Tuesday. https://t.co/9AMuwWbVit
— Inquirer (@inquirerdotnet) August 15, 2023
Estados Unidos considera respaldo de la fuerza multinacional
Barbara Feinstein, la subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos del Caribe y Haití, informó que Estados Unidos está evaluando el apoyo que podría darle a la fuerza multinacional.
Feinstein aclaró que según los resultados de la evaluación que está haciendo Kenia se establecerán contribuciones como personal, equipo, capacitación y financiamiento de la fuerza.
El éxodo de haitianos
La delincuencia y el caos político ha hecho que miles de personas salgan de Haití buscando refugio en otros países. La nación más afectada hasta ahora es Republica Dominicana, un país con el que Haití comparte una frontera de 390 kilómetros.
A principios de este año República Dominicana estaba registrando el paso de al menos 20.000 haitianos semanales. Sin embargo, la preocupación por el éxodo masivo de haitianos se expande.
Tan solo este año Estados Unidos ha recibido más de 50 mil haitianos y la posibilidad de que este número crezca si las condiciones en Haití empeoran representa una gran preocupación para el país norteamericano debido a que ya se está lidiando con una crisis migratoria.
