Greenpeace fue condenada a pagar $660 millones en daños y perjuicios contra un oleoducto en Dakota del Norte
Un jurado de nueve miembros sentenció que el grupo ambientalista difamó a la empresa Energy Transfer en relación con las protestas contra el oleoducto Dakota Access entre 2016 y 2017.

Imagen de archivo de activistas de Greenpeace
Un jurado en Dakota del Norte determinó que el grupo ambientalista Greenpeace es responsable de difamación y otros cargos presentados por una empresa de oleoductos, que reclamó daños por las protestas que la organización diseño y materializó contra el oleoducto Dakota Access hace ocho años atrás.
El jurado, compuesto por nueve personas, falló a favor de Energy Transfer, con sede en Dallas, y su subsidiaria Dakota Access, otorgándoles $660 millones en daños y perjuicios. Las empresas demandaron a Greenpeace International, con sede en los Países Bajos; a Greenpeace USA y a su brazo financiero, Greenpeace Fund Inc., por difamación, invasión de propiedad, alteración del orden público, conspiración civil y otros cargos.
Tras revelarse la sentencia, Greenpeace reveló que apelaría la decisión y la asesora legal principal del grupo ambientalista, Deepa Padmanabha, afirmó: “Sabemos que esta lucha aún no ha terminado”.
Durante el juicio, Greenpeace argumentó en varias ocasiones que una sentencia con daños elevados podría comprometer su futuro. Sin embargo, tras conocerse el fallo, Padmanabha declaró a la prensa que el grupo “nunca se va a detener”, en referencia a sus operaciones en EE.UU.
Mientras tanto, Energy Transfer celebró el veredicto por todo lo alto, calificándolo como una “victoria” para los residentes de Mandan, Dakota del Norte, y todo el estado.
“Aunque nos complace que Greenpeace haya sido responsabilizado por sus acciones contra nosotros, esta victoria es realmente para la gente de Mandan y de todo Dakota del Norte, que tuvo que soportar el acoso y las interrupciones diarias causadas por los manifestantes financiados y entrenados por Greenpeace”, dijo la empresa en un comunicado enviado a The Associated Press.
La compañía, que previamente defendió que la demanda nunca se centró en la libertad de expresión sino en el quebrantamiento de la ley por parte de Greenpeace, también afirmó que el veredicto era un triunfo de “los estadounidenses que entienden la diferencia entre el derecho a la libertad de expresión y la violación de la ley”.
Un caso de muchos años
Por años, la tribu sioux de la zona manifestó su oposición al proyecto, alegando que sería un claro riesgo para su suministro de agua.
Sin embargo, el oleoducto, que atraviesa varios estados, siguió su construcción y ha estado transportando petróleo desde mediados de 2017.
En el juicio, el abogado de los demandantes, Trey Cox, acusó a Greenpeace de diseñar y llevar adelante un plan para detener la construcción del oleoducto mediante la financiación de personas externas para trasladarse a la zona y protestar.
Cox también acusó a Greenpeace de enviar suministros para bloqueos, además de organizar y dirigir entrenamientos para manifestantes.
Asimismo, el abogado dijo que Greenpeace difundió declaraciones falsas sobre el proyecto para frenarlo.
¿Ha encontrado un error? ¡Contáctenos!
Recomendaciones








