¿Qué es el 'swatting'? La amenaza que recibieron miembros del gabinete de Trump que puede acabar siendo mortal
Elise Stefanik, Lee Zeldin o Pete Hegseth fueron víctimas de un grave delito cuyos incidentes se han disparado en los últimos años.
Varios republicanos que formarán parte del gabinete de Donald Trump a partir de enero de 2025 y sus familiares recibieron graves amenazas -incluyendo de muerte-, obligando a las autoridades a activar sus protocolos. Algunos de los afectados fueron Elise Stefanik -próxima embajadora ante la ONU-, Lee Zeldin -próximo director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA)- y Pete Hegseth -próximo secretario de Defensa-, entre otros.
Entre esas amenazas -"violentas y antiamericanas", tal y como definió la secretaria de Prensa de la Casa Blanca designada por Trump, Karoline Leavitt-, hubo avisos de bomba en inmuebles de las víctimas, ataques contra propiedades de los afectados... y el conocido como swatting.
¿Qué es el 'swatting'?
Según describe la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA) -organismo que depende del Departamento de Seguridad Nacional (DHS)-, el swatting consiste en una "actividad delictiva de un individuo o grupo que, a sabiendas, comunica información falsa a las autoridades en la que se sugiere que existe una amenaza grave en un lugar determinado para que esta responda con unidades tácticas, o lo que comúnmente se conoce como SWAT".
Lo más común es que, en esos falsos avisos, se alerte de un tirador activo, una amenaza de bomba, un allanamiento de morada o una situación con rehenes. Al tener que acudir las unidades tácticas, los desenlaces pueden ser fatales, ya que tienen autorización para abrir fuego.
Las víctimas habituales del swatting suelen ser "funcionarios del Gobierno estadounidense, instituciones religiosas, escuelas, periodistas, ejecutivos de empresas y celebridades". Un método empleado para acosarles.
En los últimos años, el swatting como delito recurrente se ha incrementado, disparándose los niveles de incidentes registrados. Por ello, el FBI y otras autoridades lanzaron en mayo 2023 una base de datos federal para detectar a tiempo todos los casos que se pudiesen producir.